El célebre sabio Alejandro de Humboldt ha dirigido desde Berlin al Diario de los Debates la siguiente nota, que es un attestimonio de la justicia à favor de la bondad de nuestra antigua legislacion de Indias. «Hace treinta años que publiqué en Paris en dos volúmenes aparte y bajo el título de Essais polítique sus l'ile de Cuba, contenido del tercer volúmen de la grande edicion en 4. ° de mi Voyage aux régions équinoxiales du nouveau continent (p. 345- 458). comprensivo de noticias estadísticas de las Antillas. Con posterioridad han aparecido traducciones de mi obra en ingles y en español, y últimamente con el testo de la española (Ensayo politico sobre la isla de Cuba) se ha escrito un libro de 400 páginas, que acaba de publicarse en Nueva York, en la libreria de Derby y Jackson, titulado: The island of Cuba, by Alexander Humboldt, with notes and a preliminary essay by F. S Thrasher, habiendo el traductor enriquecido su trabajo, hecho con loable esmero, con noticias importantes respecto al acrecentamiento de la prosperidad pública, y habiendo tambien discutido todas las opiniones con benévola moderación. No obstante, yo, que abrigo hoy, y con igual vivacidad, el mismo sentimiento moral que en 1826, estoy en el caso de quejarme de que en un libro sobre la isla de Cuba, que lleva mi nombre, haya va sido enteramente suprimido el capítulo final del Essaie polítique (que es el 7.° de la traduccion española, p. 261-287.) En este capitulo, harto mas grato para mí que mis trabajos de geografia astronómica, magnetismo terrestre o economia industrial y agrícola, examiné la organización de las sociedades humanas en las colonias, la reparticion desigual de los derechos y los goces de la vida, y los amenazadores peligros que la prudencia de los legisladores, y la templanza de los hombres libres pueden alejar cualquiera que por otra parte sea la forma de los gobiernos en aquella comarcas; porque atañe al viajero que ha visto de cerca aquello que atormenta y degrada à la naturaleza humana el hacer llegar las querellas del infortunio hasta los que tienen el deber de consolarlas y atenderlas. En esta posicion he consignado «cuanto menos atroz é inhumana es la antigua legislacion española de esclavos, que la de los Estados de la América continental al Norte y al Sur del Ecuador.» Defensor constante y celoso de la libre enunciacion de las opiniones jamas me lamentaré porque se me dirija la crítica mas amarga; pero creo estar en mi derecho aspirando á que pueda leerse en «ingles» en los Estados libres de América, lo mismo que vertido del frances al «español» ha circulado libremente tantos años há. —Alejandro de Humboldt. —Berlin julio de 1856.»