El ilustre Alejandro de Humboldt ha dirigido al Journal des Débats, la carta siguiente: Berlin, julio de 1856. «Treinta años hace que publiqué en París, por separado en dos volúmenes y bajo el título de Essai politique sur l‘ile de Cuba, las nociones estadísticas sobre las Antillas, que encierra el tercer volúmen de la edicion grande de mi Viaje á las regiones equinociales del nuevo continente, página 345—458. »En este tiempo han aparecido traducciones de mi obra en inglés y en español, y sobre esta última (Ensayo político sobre la Isla de Cuba) se funda una obra de 400 páginas que acaba de publicarse en New- York (en casa de los señores Derby é Jackson) con el titulo: The island of Cuba by Alexander Humboldt, with notes and preliminary essay, by F. S. Thrasher. »El autor ha enriquecido su trabajo, hecho con laudable esmero, con importantes noticias que se refieren al acrecentamiento de la prosperidad pública. La discusion de las opiniones mas ó menos discordes ha sido tratada por M. Thrasher con benévola moderacion. »Guiado yo por un sentimiento moral que desde 1826 no se ha entiviado, debo sentir que en un libro sobre la isla de Cuba, y que lleva mi nombre, se haya suprimido enteramente el capítulo colocado al fin del Ensayo político (el cap. VII de la traduccion española, p. 261—287). »En este capitulo, que tengo en mas estima que mis trabajos de geografia astronómica, de magnetismo terrestre ó de estadística industrial y agrícola, es donde he examinado lo que se refiere á la organizacion de las sociedades humanas en las colonias, la desigual reparticion de los derechos y de los goces de la vida, los peligros inminentes que la sabiduria de los legisladores y la moderacion de los hombres libres pueden alejar, cualquiera que sea la forma del gobierno. »Al viajero que ha visto de cerca lo que atormenta y degrada la naturaleza humana, toca el hacer llegar las quejas del infortunio a los que tienen el deber de aliviarlo. Yo he recordado en esta esposicion, que la antigua legislacion española de los esclavos es mucho menos inhumana y menos atroz que la de los Estados que admiten la esclavitud, en la América continental, al Norte y al Sur del Ecuador. »Defensor celoso y constante de la libre manifestacion de las opiniones, nunca me quejaré de la crítica mas acerba lanzada contra mí; pero creo usar de mi derecho deseando que se pueda leer en inglés, en los Estados libres de la América, lo que traducido del francés en español, ha podido circular libremente despues de tantos años. Alejandro de Humboldt.»