LOS TEMBLORES. (traducido para la revista del COSMOS de humboldt.) Si por una parte el calor central de nuestro planeta se liga a la produccion de las corrientes electromagneticas i de la luz terrestre que nace de estas corrientes, bajo otro punto de vista se presenta el como la fuente principal de los fenomenos jeognosticos. Nos proponemos ahora considerar estos fenomenos en su encadenamiento i en sus diversas faces desde el estremecimiento puramente dinamico i elevacion de los continentes i cadenas de montannas, hasta la erupcion de gases i vapores, barros calientes rocas igniferas o lavas en fusion que por el enfriamiento se transforman en rocas cristalizadas. I no es un pequenno progreso para la jeognosia moderna (la parte mineralojica de la fisica terrestre) haber averiguado este encadenamiento de los fenomenos. Desde entonces se ha podido renunciar a esas raras hipotesis que se imajinaban antes para explicar una a una las revoluciones del antiguo mundo terrestre; ha podido ligarse la produccion de materias diversas a los simples cambios de forma o estension (ebranlements et soulevements); se han podido acercar i agrupar fenomenos completamente desemejantes a primera vista como las fuentes termales, las emisiones de gas acido carbonico i de vapores sulfurosos, las salses (pequennos volcanes de barro) i en fin las erupciones de las montannas igneas. En un cuadro jeneral de la naturaleza todos esos detalles se confunden en una sola i misma concepcion; la de la reaccion que el interior de un planeta ejerce contra sus capas exteriores. Una sola causa el aumento gradual del calor terrestre, desde la superficie hasta el centro, nos dara cuenta a la vez de los temblores de tierra, del levantamiento sucesivo de los continentes i cadenas de montannas, de las erupciones volcanicas i de la formacion de las rocas i minerales. Pero esta reaccion del interior contra el exterior no ha circunscrito su influencia a la sola naturaleza organica; todo conduce a creer que en el antiguo mundo, poderosas emisiones de gas acido carbonico se mezclaron con la atmosfera, favorecieron el acto por el cual los vejetales se asimilan al carbono i formaron de ese modo las selvas primitivas orijen del inagotable cumalo de materias combustibles (lignitas i ulla) que las revoluciones del globo han escondido en las capas superficiales. Aun mas; se puede decir que la forma de la costra terrestre, la direccion jeneral de las grandes cadenas de montannas i de los planos, la configuracion articulada de los continentes han ejercido una influencia notable en la suerte de la especie humana. En este encadenamiento de los fenomenos puede el filosofo remontar de termino en termino hasta la epoca, en que la materia aglomerada en esfera paso del estado fluido, al estado liquido o solido, epoca en que se desenvolvio tambien el calor central de la tierra independientemente de la accion calorifica de los rayos solares. Para seguir en el cuadro de los fenomenos jeognosticos el orden mismo de su filiacion i de su dependencia orijinaria, principiaremos por aquellos que tienen sobre todo, un caracter dinamico. Los temblores de tierra se manifiestan por oscilaciones verticales, horizontales o circulares que se siguen i repiten a cortos intervalos. Las dos primeras especies de sacudimientos son simultaneas muchas veces; tal es al menos el resultado de numerosas observaciones hechas por mi mismo en la tierra i en el mar en ambos mundos. La accion vertical de abajo para arriba produjo en Riobamba en 1797 el efecto de la explosion de una mina; los cadaveres de muchos habitantes fueron lanzados mas alla del arroyo de Lican, hasta la Culca colonia cuya altura es de algunas centenas de pies. De ordinario el sacudimiento se propaga en linea recta u ondulada a razon de 4, o 5 miriametros por minuto; a veces se estiende como el agua i forma circulos de conmocion en que los sacudimientos se propagan del centro a la circunferencia pero disminuyendo de intensidad. A pesar de la asercion del padre de la historia i de Theophilactus Lisiocatta que tenian por desconocidos en Escitia los temblores; yo he averiguado, durante mi viaje en la Asia Septentrional, que la parte meridional del Altai se encuentra bajo la doble influencia del centro de estremecimiento del lago Baical i de los volcanes de las montannas celestes (Thian-chan). Cuando los circulos de conmocion se cortan, cuando un plano esta situado por ejemplo entre dos volcanes activos pueden resultar muchos sistemas de ondulaciones que se sobreponen como en los liquidos sin perturbarse mutuamente. Podria haber alli interferencia, como en el caso de las ondas sonoras que se cruzan. Segun una lei jeneral de mecanica todo movimiento de vibracion trasmitido al traves de un cuerpo elastico tiende a desprender de el las capas superficiales; en virtud de la misma lei la onda de estremecimiento debe crecer, al propagarse en la costra terrestre, segun que ella se acerca a la superficie. Los medios imajinados para estudiar las ondas de estremecimiento (el pendulo i la tasa sismometrica) indican con bastante exactitud su direccion i su intensidad total, pero no su alteracion ni su intumecencia periodica. La ciudad de Quito esta situada al pie de un volcan activo (el Rucu-Pichincha) a 2910 metros sobre el nivel del mar; ella posee hermosas cupulas, iglesias altas, casas macisas de muchos pisos a pesar de los frecuentes temblores; sin embargo, con gran sorpresa mia, rara vez, vi rasgarse las murallas, mientras que en los llanos del Peru oscilaciones menos fuertes deterioran cabannas mui poco elevadas. Los indijenas que han sentido millares de temblores creen que semejante diferencia consiste menos en la duracion corta o larga de los sacudones en la lentitud o rapidez de la oscilacion horizontal, que en la regularidad de los movimientos producidos en sentidos contrarios. Los sacudimientos circulares o jiratorios aunque mui raros son los mas peligrosos. Han jirado muros sin ser derribados, hileras rectilineas de arboles se han encorbado, caminos cubiertos de diversas culturas han resbalado entre ellos por encima en el gran terremoto de Riobamba en la provincia de Quito el 4 de Febrero de 1797; tan singulares efectos se habian producido ya en Calabria el 4 de Febrero de 1783, i el 27 de Marzo. Esos terrenos que resbalan i esos planos de tierra cultivada que se sobreponen prueban un movimiento jeneral de traslacion, una especie de penetracion de las capas superficiales; es seguro que el suelo movible se puso en movimiento como un liquido i que las corrientes se dirijieron desde luego de arriba, abajo, despues horizontalmente i en fin de abajo para arriba. Cuando levante el plano de las ruinas de Riobamba me mostraron el lugar adonde, en medio de los escombros de una casa, se habian encontrado todos los muebles de otra habitacion; fue preciso que la audiencia pronunciase sobre las demandas relativas a la propiedad de los objetos que habian sido transportados a muchas centenas de metros. En los paises donde los temblores son relativamente mas raros (por ejemplo, la Europa meridional) se cree jeneralmente mediante una induccion incompleta, que la calma de la atmosfera, que un calor exesivo, que un horizonte cargado de vapores, son presajios del fenomeno. Es un error contradicho no solo por mi propia esperiencia, sino aun por la de todos los observadores que han pasado algunos annos en lugares, donde como en Cumana, Quito, Peru i Chile el suelo es con frecuencia ajitado por violentos sacudimientos. He sentido temblores con un cielo sereno, con la lluvia, durante las frescas brisas del oriente, como en tiempo de tormenta. Ademas, estos fenomenos no ejercen segun me parece ninguna influencia en la marcha de la aguja imanada; en un dia de temblor, las variaciones horarias de la declinacion i la altura del barometro no presentan anomalia alguna entre los tropicos. Adolfo Erman ha hecho igual observacion en la zona templada con motivo de un temblor que se hizo sentir en Ircutsk junto al lago Baical, el 8 de Marzo de 1829. En el violento sacudon del 4 de Noviembre de 1799 de Cumana halle que la declinacion i la intensidad de la fuerza magnetica, habian permanecido en su estado normal; pero con grande admiracion observe que la inclinacion de la aguja imanada habia disminuido de 48 minutos! No tenia motivo para sospechar un error en esta observacion; pero durante los otros sacudimientos que he experimentado en el plano de Quito i de Lima, la inclinacion quedo siempre invariable, como los demas elementos del magnetismo terrestre. Si es jeneralmente cierto que nada, ni el aspecto del cielo o el estado de la atmosfera, anuncia a la superficie del globo lo que va a pasar en sus profundidades, con todo veremos luego que las capas aereas pueden sufrir la influencia de los fuertes sacudones, cuyo efecto no es siempre puramente dinamico. Por eso el estado electrico de la atmosfera ha experimentado notables variaciones durante los sacudimientos que ajitaron por largo tiempo el suelo de los valles piamonteses de Pelis i Clusson. La intensidad de los ruidos sordos que acompannan casi siempre a los temblores no crece en la misma relacion que la violencia de los sacudimientos . Puedo asegurar por el atento estudio de las diversas faces del temblor de Riobamba el 4 de Febrero de 1797, uno de los mas terribles acontecimientos que menciona la historia fisica de nuestro globo, que el gran sacudon no fue sennalado por ningun ruido. La gran detonacion que se oyo bajo el suelo de Quito i de Ibarra, no en Tacunga i Hambato, ciudades con todo mas cerca del centro del estremecimiento, tuvo efecto 18, o 20 minutos despues de la catastrofe. Un cuarto de hora despues del celebre temblor que destruyo a Lima en 28 de Febrero de 1746, se oyo en Trujillo un estruendo subterraneo, pero sin hacer sentir sacudimiento ninguno. Asi mucho tiempo despues del gran terremoto de Nueva Granada el 16 de Noviembre de 1827 descrito por Boussingault, se oyeron en el valle de Cauca detonaciones subterraneas, que se sucedian de 30 en 30 segundos i siempre sin sacudimientos. La naturaleza del ruido varia mucho; rueda, ruje, resuena como un frote de cadenas entre chocadas; desigual como las espansiones de un trueno vecino, a veces rebienta con estrepito. Como si masas de obsidiana o de rocas vitrificadas se hiciesen trizas en las cavernas subterraneas. Sabese que los cuerpos solidos son excelentes conductores de sonidos, i que las ondulaciones sonoras se propagan en la arcilla cocida diez o doce veces mas rapidas que en el aire; tambien los ruidos subterraneos pueden oirse a una distancia enorme del punto en que se han producido. En Caracas, en los Hanos de Calabozo o a los bordes del rio Apure, uno de los afluyentes del Orinoco, esto es, en una exrencion de 1.3000 miriametros cuadrados, oyose una espantosa detonacion, sin sentirse sacudimiento, mientras un torrente de lava se desprendia del volcan San Vicente situado en las Antillas a una distancia de 120 miriametros. Respecto a la distancia es como si se oyese una erupcion del Vesuvio en el norte de la Francia. En la erupcion inmensa del Cotopaxi en 1744 se oyeron detonaciones subterraneas en Honda a los bordes del Magdalena; sin embargo la distancia de estos dos puntos es de 81 miriametros, su diferencia de nivel de 5.500 metros i estan separados por las masas colosales de las montannas de Quito de Pasto i de Popayan, por valles i barrancos sin numero. Evidentemente el sonido no se transmitio por el aire; se propago en la tierra a mucha profundidad. El dia del violento temblor de Nueva Granada en Febrero de 1835 los mismos fenomenos se produjeron en Popayan, en Bogota, en Santa Marta i en Caracas donde el ruido duro siete horas enteras sin sacudimientos, como en Haiti en Jamaica i en los bordes del lago de Nicaragua. Aunque no sean acompannados de sacudimiento esos ruidos subterraneos, producen siempre una impresion profunda aun sobre aquellos que han habitado largo tiempo un suelo sujeto a frecuentes temblores; se espera con ansia lo que debe suceder a tamannos rujidos. Tales fueron los bramidos i truenos subterraneos de Guanajato, rica i celebre ciudad mejicana situada lejos de todos los volcanes activos. Comenzaron esos ruidos el 9 de Enero de 1784 a media noche i duraron mas de un mes. Yo he hecho una relacion bastante circunstanciada de este notable fenomeno segun los documentos que la municipalidad que la ciudad puso a mi disposicion i los testimonios de muchos espectadores. Del 13 al 16 de Enero parecia una tormenta subterranea; oianse los estampidos secos i breves del rayo alternando con los largos desenvolvimientos de un trueno lejano. El ruido ceso como habia principiado, es decir gradualmente. Estaba limitado a un corto espacio; a algunos miriametros de alli en un terreno basaltico no se le oia ya. Casi todos los habitantes se sobrecojieron de espanto; dejaron la ciudad en que se encontraban grandes cantidades de plata en barras i fue preciso que los mas valerosos volviesen luego despues a disputar esos tesoros a los salteadores que se habian apoderado de ellos. Durante la permanencia de este fenomeno no se sintio sacudimiento, ni en la superficie ni aun en las minas cercanas, a 500 metros de profundidad. Jamas antes de entonces habiase escuchado semejante ruido en Mejico ni tampoco se ha repetido despues. ?No se diria que las cavernas se pueden abrir o cerrar subitamente en las entrannas de la tierra i dar o rehusar el acceso a las ondas sonoras que algunos accidentes han hecho nacer a lo lejos? Por mui terrible que parezca al espectador la erupcion de un volcan, con todo siempre se circunscribe a mui cortos limites. No sucede asi con los temblores; el ojo distingue con trabajo las oscilaciones del suelo, i sin embargo sus trastornos cubren muchas leguas. En los Alpes sobre las costas de la Suecia, en las Antillas, el Canada la Turinje i hasta en los pantanos del litoral del Baltico se han sentido los sacudimientos del temblor que destruyo a Lisboa el 1 ° de Noviembre de 1755. Lejanos rios cambiaron de curso; fenomeno ya sennalado en la antigüedad por Demetrio de Calacia. Las fuentes termales de Toplitz se secaron de repente, volvieron despues coloreadas por ocres ferrujinosos e inundaron la ciudad. En Cadiz las aguas del mar se elevaron a 20 metros sobre su nivel ordinario; en las pequennas Antillas, donde la marea no es mas que de 70 a 74 centimetros, las aguas subieron negras como tinta a una altura de mas de 7 metros. Se calcula que los sacudimientos se hicieron oir sobre una estension de pais cuatro veces mas grande que la de Europa. Ninguna fuerza destructiva, sin esceptuar nuestra mas mortifera invencion, es capaz de hacer perecer tantos hombres a la vez en un espacio de tiempo tan corto: en algunos minutos, tal vez en algunos segundos 60.000 hombres perecieron en Sicilia el anno 1603; 30 o 40.000 en el temblor de Riobamba en 1797. Tal vez cinco veces mas en la Asia menor i en Siria bajo Tiberio i Justino el antiguo, por los annos 19 i 526. No es raro ver en la cadena de los Andes de la America del Sur, prolongarse temblores sin interrupcion durante muchos dias; en cuanto a los que se hacen sentir mas o menos a cada hora, por meses enteros, no hallo ejemplos sino en los lugares distantes de todo volcan activo, a saber: en la vertiente oriental del Mont-Cenis, en Finistrela i en Pinnerola despues de Abril de 1808; en los Estados Unidos de la America del norte entre New Madrid i Little-Prairie al norte del Cincinato en Diciembre de 1811 i durante el invierno entero de 1812; en fin en el bajalato de Alepo acia el mes de Agosto i Setiembre de 1822. En jeneral el pueblo tiene mui pocas ideas sobre los fenomenos de la naturaleza; los atribuye siempre a causas locales i donde quiera se prolongan los sacudimientos, al instante teme la formacion de un volcan. Es mui raro que el acontecimiento justifique el temor; tal fue con todo el caso del volcan de Jorulo que despues de 82 sacudimientos i de truenos subterraneos, surjio de repente en medio del llano hasta la altura de 510 metros el 29 de Setiembre de 1759. Si se pudiesen tener noticias del estado diario de la superficie terrestre toda entera, mui luego se convencerian que esta superficie esta siempre ajitada por sacudimientos en algunos de sus puntos i que esta incesantemente sometida a la reaccion de la masa interior. Al considerar la frecuencia i universalidad de este fenomeno, provocado sin duda por la alta temperatura i por el estado de fusion de las capas inferiores se comprende como puede ser independiente de la naturaleza del suelo en que se manifiesta. Hasta en los terrenos de aluvion tan movedizos de la Holanda acia Medelburgo i Flezinga se han sentido temblores. Se producen en el granito como en la micaesquita en el calcario como en la arenisca, en la traquita como la amigdaloida. No es la constitucion quimica de las rocas, es la estructura mecanica lo que influye en la propagacion de los sacudimientos o en las ondulaciones de estremecimiento. Cuando estas ondas siguen una costa o cuando se mueven al pie i en la direccion de una cadena de montanna, parecen algunas veces interrumpirse en ciertos lugares, i esto, despues de muchos siglos; el estremecimiento no cesa sin embargo, se propaga en el interior de la tierra sin hacerse sentir jamas en estos puntos de la superficie. Los peruanos dicen de estas capas superiores en que no se siente estremecimiento, "que ellas forman un puente." Como las cadenas de montannas parecen haberse lanzado sobre largos desvios de vetas, es probable que las paredes de estas hendiduras favorezcan la propagacion de las ondas que se mueven en su direccion. Sin embargo las ondas de estremecimiento se propagan algunas veces en una direccion perpendicular a la de muchas cadenas paralelas. Asi es como las vemos atravesar a la vez la cordillera del litoral de Venezuela i la sierra Parima. En Asia los temblores se han propagado (22 de Enero de 1832) de Lahorra i del pie del Himalaya a traves de la cadena del Indo-kho hasta Badascan, hasta el Oxus superior i aun hasta Bocara. Sucede tambien que los circulos de estremecimiento ganan terreno; basta para ello un solo temblor mas violento que los otros. Despues de la destruccion de Cumana (14 de setiembre de 1797) i solo despues de esta epoca la peninsula de Manicuares, situada en frente de las colinas calcarias del continente, esperimenta en sus capas de mica pizarra todos los sacudimientos de la costa meridional. Los sacudimientos que ajitaron casi sin interrupcion de 1811 a 1813, el suelo de los valles del Misisipi del Arcansas i del Ohio iban ganando acia el norte de una manera palpable. Se diria que obstaculos subterraneos eran sucesivamente derribados; luego que la marcha es libre el movimiento ondulatorio se propaga todas las veces que se produce. Si a primera vista los temblores parecen producir efectos puramente dinamicos, estudiando los hechos mejor confirmados, se reconoce luego que no se limitan a levantar mas alla de su antiguo nivel, paises enteros, como la costa de Chile en Noviembre de 1822 i Ulla-Band en Junio de 1819 despues del temblor de Cutch; hacen nacer tambien erupciones de agua caliente [en Catana en 1813], vapores acuosos (en el valle del Misisipi cerca de New Madrid en 1512) exhalaciones mefiticas tan perniciosas a los rebannos que nacen sobre los Andes, de barro, de humo negro i aun de Ilamas (en Mesina en 1783, en Cumana en 1797). Durante el temblor que destruyo a Lisboa el 1.° de Noviembre de 1755, vieron salir llamas i una columna de humo cerca de la ciudad, de una grieta nuevamente formada en la roca de Alvidras; cuanto mas intensas se hacian las detonaciones subterraneas mas se espesaba el humo. No hubo erupcion alguna durante la catastrofe de Riobamba, a pesar de la vecindad de muchas montannas volcanicas, pero salia del seno de la tierra gran numero de eminencias conicas formadas de una materia que los indijenas llaman moya; compuesto singular de carbon, de cristales de aujita i de carapachos silizosos de animales microscopicos (infusorios). Una gran cantidad de gas acido carbonico que salio de las grietas en el temblor de Nueva Granada el 16 de Noviembre de 1827 en el valle del Magdalena, asfixio una multitud de serpientes de ratones i otros animales que vivian en las cavernas. En fin violentos sacudimientos han ocasionado en el Peru i en la provincia de Quito cambios bruscos de temperatura i la invasion subita de las lluvias antes de la epoca en que ordinariamente llega bajo los tropicos. No se sabe si pueden atribuirse estos fenomenos a los vapores que salieron de las entrannas de la tierra i se mezclaron a la atmosfera, o a una perturbacion producida por los sacudimientos en el estado electrico de las capas aereas. En las rejiones intertropicales de la America suelen pasarse diez meses enteros, sin que caiga una gota de agua i los indijenas miran los temblores que se repiten muchas veces sin perjudicar a sus chozas de bambu, como presajios felices de fecundas lluvias. El orijen comun de los fenomenos que acabamos de describir, esta aun rodeado de oscuridad. Sin duda es preciso atribuir a la reaccion de los vapores sometidos a una presion enorme en el interior de la tierra todos los sacudimientos que ajitan su superficie desde las mas formidables esplosiones, hasta los mas debiles sacudimientos nada peligrosos sentidos durante muchos dias en Scaccia de Sicilia antes del levantamiento volcanico de la nueva isla de Julia; es evidente que el hogar donde estas fuerzas nacen i se desarrollan, esta situado mas abajo de la costra terrestre; ?pero a que profundidad? lo ignoramos, como ignoramos tambien la naturaleza quimica de esos vapores tan violentamente comprimidos. Cuando hacia mis observaciones en los bordes del Vesuvio o en el pennon que se eleva como una torre mas arriba del crater del Pichincha, sentia cesar los sacudimientos 20, o 30 segundos antes de la erupcion de vapores o de escorias escandecentes; cuanto mas tardias eran las esplosiones, tanto mas fuertes eran los sacudimientos porque los vapores se acumulaban entonces en mayor cantidad. En esta observacion tan simple i tantas veces confirmada por la esperiencia de los viajeros se encuentra la esplicacion jeneral del fenomeno. Los volcanes activos deben considerarse como una valvula de seguridad para los paises vecinos. Si se tapa la abertura del volcan, si la comunicacion del interior con la atmosfera se encuentra interrumpida, el peligro crece i las comarcas limitrofes se ven amenazadas de proximos sacudimientos. Sin embargo los mayores temblores no se producen en jeneral cerca de los volcanes activos, testigos los que destruyeron a Lisboa, Caracas, Lima, Cachemira i otras ciudades considerables en Calabria, Siria i el Asia menor. Si la actividad de los volcanes cuando no encuentra salida, reacciona sobre el suelo i provoca temblores, estos reaccionan a la vez sobre los fenomenos volcanicos. Las hendiduras ayudan a la formacion de los crateres de erupcion; ellas favorecen las reacciones quimicas que el contacto del aire enjendra en estos crateres. Una columna de humo que se veia salir del volcan de Pasto en la America del Sur, desaparecio de subito el 4 de Febrero de 1797 durante el gran temblor que destrayo a Riobamba, 46 miriametros mas lejos acia el sur. Temblores que se hacian sentir en toda la Siria, en las Cicladas i en Eubea cesaron de repente en el momento mismo en que un torrente de materias igneas surjia de los llanos de Calcis. Al presenciar este hecho el celebre jeografo d'Amasea agrega: Desde que las bocas del Etna estan abiertas i vomitan fuego, desde que las masas de agua i lava fundida pueden espelerse acia afuera, el litoral permanece menos sujeto a temblores que en el tiempo en que antes de la separacion de la Sicilia i la Italia inferior, todas las salidas estaban tapadas." La fuerza volcanica interviene, pues, en los temblores; pero ese poder universalmente repartido como el calor central del planeta, se eleva rara vez i solo en algunos puntos aislados, hasta producir fenomenos de erupcion. Las masas lidificadas de basalto de piedra melada i grunstein (rocas verdes) que surjen del interior llenan poco a poco las grietas i concluyen por cerrar las salidas a los vapores. Entonces se acumulan esos vapores, su tension aumenta, i la reaccion contra la costra terrestre puede ejercerse de tres modos diferentes; estremecen el suelo, lo levantan bruscamente o hacen variar con lentitud la diferencia de nivel entre los continentes i los mares. Esta ultima accion solo se hace notar a la larga, i solo se ha observado por primera vez en una considerable estension de la Suecia. Antes de dejar este fenomeno, que hemos considerado menos en sus detalles que en sus relaciones jenerales con la fisica del globo debo todavia sennalar el orijen de la impresion profunda, del efecto tan particular que un primer temblor produce en nosotros, aun no siendo acompannado de ruidos subterraneos. Segun mi parecer esa impresion no proviene de las ideas, que semejantes catastrofes contadas por la historia despiertan en la enajenacion asaltada por el recuerdo. Lo que se apodera de nosotros es, el perder subitamente la confianza innata en la estabilidad del suelo. Desde nuestra infancia estamos habituados a la movilidad del agua i a la inmovilidad de la tierra. Los testimonios de nuestros sentidos fortalecen nuestra seguridad. Llega a temblar el suelo i ese momento basta para destruir la esperiencia de toda la vida. Un poder desconocido se nos revela de repente, la tranquilidad de la naturaleza se convierte en ilusion i nos sentimos arrojados violentamente a un caos de fuerzas destructoras. Entonces cada ruido, cada soplo de aire excita la atencion; sobre todo se desconfia del suelo que uno pisa, los animales principalmente los puercos i los perros sufren igual angustia; los cocodrilos del Orinoco ordinariamente tan mudos como nuestros pequennos lagartos, huyen el estremecido lecho del rio i se precipitan rujiendo acia la selva. Un temblor se presenta al hombre como un peligro indefinible pero amenazador donde quiera. Puede uno alejarse de un volcan, evitar un torrente de lava ?pero como huir cuando la tierra tiembla? Por todas partes cree uno caminar sobre un hogar de destruccion. Felizmente los resortes de nuestra alma no pueden permanecer en semejante tension por largo tiempo; por eso los que habitan un pais en que los sacudimientos son debiles aunque continuados en corto tiempo, apenas esperimentan un sentimiento de temor. En las costas del Peru el cielo es siempre sereno; no se conocen alli ni el granizo ni las tormentas ni las terribles esplociones del rayo; el trueno subterraneo que acompanna a los sacudimientos del suelo, reemplaza alli al trueno de las nubes. Gracias al largo habito i a la opinion jeneralmente seguida de que solo pueden temerse dos o tres sacudimientos desastrosos por siglo, puede asegurarse que los temblores no inquietan mas a Lima que la caida del granizo en la zona templada.