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Alexander von Humboldt: „Observaciones del Baron de Humboldt“, in: ders., Sämtliche Schriften digital, herausgegeben von Oliver Lubrich und Thomas Nehrlich, Universität Bern 2021. URL: <https://humboldt.unibe.ch/text/1835-Mexicanische_Alterthuemer-7-neu> [abgerufen am 29.03.2024].

URL und Versionierung
Permalink:
https://humboldt.unibe.ch/text/1835-Mexicanische_Alterthuemer-7-neu
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Titel Observaciones del Baron de Humboldt
Jahr 1837
Ort Paris; Mexico
Nachweis
in: Carl Nebel, Viage Pintoresco y Arqueologico en la Republica Mejicana en los Años 1828 hasta 1833, Paris und Mexico: P. Renouard 1837, [o. S.].
Sprache Spanisch
Typografischer Befund Antiqua.
Identifikation
Textnummer Druckausgabe: V.40
Dateiname: 1835-Mexicanische_Alterthuemer-7-neu
Statistiken
Seitenanzahl: 2
Zeichenanzahl: 3186

Weitere Fassungen
Mexicanische Alterthümer (Berlin, 1835, Deutsch)
Mexicanische Alterthümer (Berlin, 1835, Deutsch)
Mexicanische Alterthümer (Augsburg, 1835, Deutsch)
Mexikanische Alterthümer (Stuttgart; Tübingen, 1835, Deutsch)
Mexicanische Alterthümer (Gotha, 1835, Deutsch)
Observations de M. de Humboldt (Paris, 1836, Französisch)
Observaciones del Baron de Humboldt (Paris; Mexico, 1837, Spanisch)
|Seitenumbruch|

OBSERVACIONESDEL BARON DE HUMBOLDT.


Cuando, despues de mi regreso de Méjico, publiqué un ensayo sobre las artes y los monumentos de lospueblos indígenas del Nuevo-Continente, concebí la esperanza de que el interés filosófico de nuestra anti-gua Europa se estendería, poco á poco, sobre la historia y los tipos misteriosos de la civilizacion nacientede las Américas anteriores á la conquista española. No es el bello ideal, ni el sentimiento de la perfeccion enlas formas lo que debe buscarse en los monumentos de los pueblos del Nuevo-Mundo, ni entre los queviven, sea al este del Eufrates y de la Pentapotámide, ó sea en el Archipiélago asiático, donde, con elBudhismo, ha penetrado la cultura intelectual del Indostan. El estudio de las artes, en aquellas regioneslejanas, ofrece un interés histórico de un genio grave y elevado; interés que se une á las investigacionessobre la descendencia de los diferentes ramos de la especie humana y á la marcha progresiva y variadade la imaginacion, cuando las razas, mas ó ménos felizmente organizadas, Ilegan á arreglar su estadosocial, su culto y el carácter de sus monumentos públicos. Dominado por esta idea hace largo tiempo, concebí los mas vivos deseos que las ruinas mas no-tables de arquitectura y escultura que cubren las alturas de las Cordilleras de Méjico y del Perú, y delas cuales hasta ahora no he dado en mis escritos sino bosquejos imperfectos, fuesen presentadas alpúblico por medio del diseño. Este deseo ha sido cumplido, por lo que hace á Méjico, del modo massatisfactorio y con un talento digno de admiracion. El Señor Don Carlos Nebel, arquitecto, que ha habitado y estudiado durante cinco años el pais enque la dominacion de los Toltecas y de los Aztecas llegó á tener una grande estension, ha medido losmonumentos con una escrupulosa exactitud, ha señalado varias construcciones enteramente desco- |Seitenumbruch| nocidas, ha conservado el carácter primitivo á los bajo-relieves que adornan los Teocallis, ó pirámidesmejicanas, y ha concebido y copiado con suma verdad la fisonomía de la vejetacion tropical queembellece á aquellos paises. Tengo el mayor gusto de poder ofrecer al señor Nebel un testimonio público de la estimacion quemerecen tan penosos é importantes trabajos. La obra ejecutada en Paris, bajo la direccion del autor, quecomprende á la vez la arquitectura antigua y moderna, azteca y española, las vistas de las principalesciudades de la confederacion Mejicana, y los trajes de los habitantes de los diferentes climas y regiones,no puede ménos de fijar la atencion y excitar un interés general; tanto mas, cuanto que el señor Nebelha limitado sus investigaciones en Méjico á lo que es puramente Mejicano, y ha creido que importabasobre todo dar á conocer lo que han producido por su propio genio los pueblos de Aztlan, viviendo en pro-funda soledad y separados del resto del género humano. El público debe dar gracias al autor por habersedispensado de largas discusiones sobre el orígen de los Aztecas, sobre los Atlántides de Solon y los pueblossemíticos, sobre los Egipcios y los Chinos del Fusan, y otras disertaciones que cansan el lector inutilmente.

ALEJANDRO de HUMBOLDT.