Estracto del prólogo del Señor Humboldt que precede á la Memoria de Dove. Los fenómenos del Magnetismo terrestre considerados bajo tres puntos de vista, á saber: bajo la relacion recíproca de su inclinacion, declinacion é intensidad, la de su alteracion, ó lento desarrollo en el mismo lugar durante un período, y finalmente la de su simultaneidad en parages muy distantes, han sido de muchos años acá el obgeto de mis constantes observaciones. A mi regreso de Mégico y del Perú, como me hallaba en las Costas del Pacífico, traté de determinar la variacion horaria del iman por medio de una brújula de 12 pulgadas de largo, colgada de un hilo de seda, y provista con sus competentes anteojos; y habiendo llegado á Berlin, como desease continuar en semejantes investigaciones, dispuse con el mayor esmero un aparato para el mismo propósito, en el que observé en consorcio del Sr. Profesor Oltmanns en los años de 1806 y 1807. Al intento nos valimos del anteojo magnético de Prony que da con seguridad ángulos de 7 á 8 segundos: observando principalmente en los solsticios y equinoccios, de dia y de noche sin interrupcion, lo mas de ½ en ½ hora, durante 4 á 5 dias consecutivos obtuvimos 1500 resultados sobre las alteraciones de la variacion horaria; término medio de unas 6000 observaciones, en las cuales eran harto visibles los vestigios de un período nocturno, el influjo de la aurora boreal en la variacion é intensidad magnética y notables perturbaciones (tempestad magnética) cuando el sol estaba bajo el horizonte, sin poder ya contrarrestar la tension electromagnética de la superficie de la tierra. Desde esa época habia yo manifestado el mas vivo deseo de ver establecidos aparatos semejantes al E. y E. de Berlin, á fin de poder distinguir los grandes fenómenos terrestres de las perturbaciones producidas en lo interior del globo, desigualmente calentado en la atmósfera productora de nubes; pero mi viage á Paris y los trastornos políticos de la Europa Occidental no me permitiéron realizar por entónces este propósito. Despues de una larga interrupcion se continuó en Francia el trabajo principiado por Cassini con un aparato mucho mas completo, (el de Gambay) bajo un plan enteramente nuevo, muy mas comprensivo, y con una exactitud que no se habia logrado hasta allí. Con Arago principió una época brillante para la investigacion del Magnetismo terrestre. Las observaciones hechas regularmente en el Observatorio de Paris, á horas señaladas acerca de las variaciones diarias de la declinacion, abrazan un período de años mucho mayor que el que jamas se ha consagrado á este ramo de Física dinámica. La luz que inesperadamente esparciéron los descubrimientos de Oersted, Arago, Ampére y Seebeck sobre el íntimo enlace de la electricidad y el magnetismo, despertó, despues de un largo sueño, un interes universal por el cambio periódico producido por la carga y descarga electro-magnética de la tierra. Arago demostró que las auroras boreales interrumpian el curso ordinario de la aguja, aún en puntos donde no eran visibles. Observaciones simultáneas entabladas sin conocimiento de los observadores en Paris y Kasan, enseñaron hasta donde alcanzaba la accion de estas perturbaciones, haciendo presumir mas que todo cuánto se ganaría con establecer observaciones correspondientes. Al regresar de Francia á Berlin despues de una ausencia de 18 años, me ocupé desde luego no tan solamente en continuar el trabajo principiado en 1806, sino tambien en aprovechar las relaciones con que me brindaba mi posicion, para establecer dentro y fuera de Europa un curso reglado de observaciones correspondientes sobre el Magnetismo terrestre. Uniformidad así en los aparatos como en los métodos, discreta eleccion de los lugares de observacion, constante trato y comunicacion entre los observadores egercitados y seguridad en cuanto á la parte que en los trabajos tomarian las corporaciones sabias, eran otros tantos requisitos indispensables para la permanencia del Instituto fundado por mí y mis amigos colaboradores. Casi podemos ya decir que nuestra línea de estaciones magnéticas se estiende desde la América meridional, cruzando transversalmente por Europa, hasta la Capital de la China. A instancia mia observa Boussíngault con un instrumento de Gambay en la region tropical de Colombia, donde la declinacion es oriental. El otoño de 1828 hice construir una casa magnética en Berlin en el jardin del Regidor Mendelsohn-Bartholdy, sin emplear el hierro absolutamente para las clavazones y cerraduras, que todas se hicieron de laton. En Freiberg, en las minas de Sajonia, se observa en la llamada de Matusalem, á la profundidad de 35 toesas. El viage al Asia setentrional que emprendí el año pasado de 1829 por órden del Emperador de Rusia, me proporcionó mil oportunidades de dar mayor ensanche al proyecto. A propuesta mia, mandó la Academia Imperial de Ciencias de S. Petersburgo levantar una Casa magnética para uso del distinguido Profesor Kupffer. Asímismo se han plantificado semejantes establecimientos en Kasan y en Nicolajew; y por lo que respecta á Moscou, Irkutzk y Sitka posesiones rusas) en las costas nor-occidentales de América, donde observa el Baron Wrangel, ya estan encargados los instrumentos. El astrónomo Fuss el menor, que acompaña la mision de monges griegos á Pekin, se halla surtido de una escelente aguja de declinacion de Gambay.— “Nuestra línea de estaciones,” segun acaba de escribirme el citado profesor Kupffer, (á cuya incansable actividad quizás deberémos muy presto el conocimiento de la configuracion y progresion de la línea sin variacion) “se estiende ya hasta Arcángel, donde, por órden del Ministro de Marina, deben determinarse, en la demarcacion del mar Blanco, la variacion absoluta y la horaria, asi como la intensidad de la fuerza magnética por un observador muy instruido. Pero aún no paran aquí los esfuerzos que se han hecho por parte de los cuerpos científicos en obsequio de las observaciones correspondientes. La Academia de Ciencias de Paris, en Sesion de 28 de Junio de 1830, con motivo de mi Memoria sobre las determinaciones de inclinacion en las montañas del Ural, Altai y el mar Carpio, se sirvió nombrar una Comision compuesta de los Srs. Gay-Lussac, Arago y Dulong, para discurrir medios de dar mas desarrollo á mi empresa. Véase el estracto de mi disertacion académica: sobre los medios de facilitar la investigacion de algunos fenómenos del Magnetismo terrestre, en los Anales de Poggendorff, año de 1829.-Pág. 3 y 331. En los Estados-Unidos de América, donde el gobierno aprovecha la estraordinaria estension de territorio, por un plan tan bien entendido, para la averiguacion de los fenómenos meteorológicos; en el hemisferio meridional, en la Nueva-Holanda, en el Cabo de Buena-Esperanza, en Chile y en las encumbradas cordilleras de los Andes; en Quito, Potosí, y Mégico; serian muy de desear estaciones permanentes. Con los progresos que se han hecho en la cultura de las ciencias y la activa comunicacion y tráfico de las naciones entre sí, se facilita mucho (cuando se quiere trabajar de veras) la formacion de semejantes establecimientos; sobre todo si nos convencémos mas y mas que los grandes fenómenos terrestres no pueden ser notados sino muy parcialmente por los viageros; quedando reservado tan solo á los observatorios físicos permanentes el escudriñarlos completamente por medio de observaciones consecutivas. Al terminar esta introduccion histórica, debo tambien advertir que el digno Editor de los “Anales de Física y Química” el Profesor Poggendorff, se ha encargado de hacer imprimir cuantas observaciones correspondientes se dirijan á Berlin, donde se ha situado el establecimiento central. Las épocas del año hasta ahora convenidas son: 20 y 21 de Marzo. 4 y 5 de Mayo. 21 y 22 de Junio. 6 y 7 de Agosto. 23 y 24 de Setiembre. 5 y 6 de Noviembre. 21 y 22 de Diciembre. Desde las 4 de la mañana del p.er dia hasta la media noche del seg°.; por lo ménos de hora en hora, noche y dia. Si el número de épocas que se encarga observar pareciese escesivo, se ruega á los observadores se limiten á los equinoccios y solsticios. Berlin, Setiembre 26 de 1830. Solo resta ahora advertir al público que en la primera oportunidad se encargará al mismo Sr. Humboldt, por hallarse todavía en Paris, los instrumentos mas necesarios, fabricados, como él exige, por Mr. Gambay; entre tanto que el Escmo. Sr. gefe del Apostadero se ocupa en designar el lugar en que se ha de levantar el sencillo Observatorio magnético, y en disponer desde luego su construccion. Así ofrecemos á la ciencia nuestro contingente, quedan cumplidos los votos del ilustre viagero, y mas estrechadas nuestras relaciones con el mundo científico europeo.