Estracto de una memoria sobre la Palma de cera. (Ceroxilon andícola.) El árbol que forma el obgeto de estas observaciones, no solo es notable por su novedad, sino tambien por el lugar en que crece, la altura á que se levanta, el producto que ofrece y las ventajas que pueden sacarse de su cultivo. Llámase en la América española Palma de cera, y por esto los dos célebres botánicos Humboldt y Bonpland la han llamado Ceroxilon, de las palabras griegas Keros cera y xilon leña. La montaña de Quindiu, en que crece este árbol interesante, es la parte mas elevada de los Andes que separa el valle de la Magdalena del rio Cauca. La elevacion de esta planta sobre el nivel del mar presenta un fenómeno mui notable. Los palmeros no crecen mas allá de 500 toesas de altura, pues el frio de las regiones mas elevadas les impide acercarse al límite inferior de las nieves perpetuas. El palmero de Quindiu es una exepcion de esta lei constante de la naturaleza. Apénas se vé en las llanuras: empieza á prosperar á la altura de 900 toesas, que es igual á la de las mayores montañas del antiguo continente. Parece, pues que huye de los grandes calores de las regiones menos elevadas, y que se place á mas de 1000 toesas de elevacion sobre la altura análoga a los árboles de su familia. Este precioso vegetal convendría perfectamente en la parte meridional de Europa, donde abundan otros palmeros que exigen 17 grados de calor mas que el de que se trata. Otra circunstancia, mui digna de tenerse presente, es que el palmero de cera no existe en ninguna parte del globo, sino en el que hemos mencionado, y en él solo ocupa una estension de 15 á 20 leguas. Los principales caractéres que constituyen este nuevo género, son la espata de una sola pieza, racimos de flores femeninas, otros de masculinas con hermafroditas, todas en la misma planta. Las flores masculinas tienen ordinariamente doce estambres, lo mismo que las hermafroditas, cuyo ovario aborta siempre. El de las flores ferneninas, coronado de tres estilos, se convierte en un fruto que contiene una almendra. Entre las numerosas especies de palmeros que abundan en América, ninguno es mas alto que el Ceroxilon andícola. Sube hasta 160 y 180 pies, y sus hojas suelen tener 3 y mas toesas de largo: por consiguiente es uno de los vegetales mas altos que se conocen. Plinio cita una viga de 120 pies de largo que servia en el anfiteatro de Neron, y los enormes eucalyptus del cabo de Diemen no pasan de 150 pies. Sus raices son fibrosas, mui numerosas, y la principal mas gruesa que el cuerpo del palmero. El tronco hinchado en su altura media es sumamente derecho, y podra tener de diametro [Formel] de toesa. Tiene en toda su estension anillos que resultan de la caida de las hojas, y los espacios comprendidos entre ellos, que son amarillos y tan lisos como los de la caña, se cubren de una mezcla de resina y cera que forma una costra esterior. Esta es la que los habitantes de aquel país miran como cera pura, y de la que derretida con un tercio de sebo, hacen cirios y bugías, cuyo uso es tan agradable como variado. El químico Vauquelin ha analizado este producto, y ha hallado que consta de dos tercios de resina y un tercio de una sustancia que se precipita por sí misma del alcool, y que tiene todas las demas propiedades químicas de la cera. La cera no es un producto nuevo en los vegetales: se encuentra con abundancia en los frutos de la mírica cerifera, y esta produccion se emplea mui útilmente en una gran parte de la América española, como en Monpox, Santa Fé de Bogota y Popayan. El Ceroxilon la da en mucho mayor cantidad. Otras ventajas se sacarian de su cultivo. La altura de su tronco lo hace preferible al de otros árboles de la misma especie que se emplean en conductos para el agua. Su durísima madera podria emplearse en la construccion de las casas, y sus hojas no serian menos útiles que las del cocos butyracea con que construyen sus cabañas los indios del Orinoco. Don Luis Proust ha dicho que el polvo blanco é imperceptible que cubre las ciruelas no es otra cosa mas que cera vegetal: tambien existe en la misma forma en los claveles, y sin duda se hallará en otras infinitas producciones cuando las ilumine la antorcha de la química. La cera eminentemente inflamable del palmero se forma de un jugo vegetal, tan insípido y tan acuoso como el que se estrae del tronco del cocotero. Los diferentes productos de los palmeros merecen la atencion de los aficionados á las ciencias naturales. En algunos los jugos elaborados se concentran en el fruto, y se convierten en azúcar ó en emulsiones semejantes á la leche de almendras; en otros los frutos estan cubiertos de sustancias farinosas; en otros pasan al estado de aceite puro, y ofrecen un obgeto interesante de especulacion mercantil. El palmero mauricia, al que se refugian los indios guaraunos cuando se verifica la inundacion del Orinoco, suministra una fécula en alto grado alimenticia. Debe tambien observarse en el palmero que nos ocupa que el jugo convertido en cera hace las funciones de epidermis. Los anillos ocasionados por la caida de las hojas no son los que trasudan la materia inflamable; esta sale de unas verdaderas cicatrices en que está destruida la organizacion, y cuyo carbon, separado del hidrógeno por el contacto del oxígeno atmosférico, queda completamente descubierto. Así es como la naturaleza produce en una sola familia de vegetales y en órganos uniformes en su estructura las mezclas mas hetereogéneas. ¡Tan varios son los elementos de sus combinaciones, y los misteriosos juegos de sus afinidades!