Prefacion del Editor. Mr. Peltier en el N. 262 del Ambigú que publíca en Londres ha insertado un extracto del Quadro físico de las regiones equatoriales del célebre Humboldt. El objeto de esta obra son nuestras cosas, y somos nosotros mismos. El interez es grande, y tanto mayor quanto pasarán muchos años antes que podamos ver los originales. Esperamos que nuestros subscriptores leeran con placer los juicios que formó de nuestros paises, de nuestras producciones, y de nuestra ilustracion ese Viagero. El extracto de Mr. Peltier es bastante largo, y no cabe en la extencion que hemos dado à las Memorias del Semanario. Por esto lo hemos dividido en dos partes: la primera abraza desde su salida de Francia hasta Lima: la segunda desde esta Capital del Perú hasta su regreso à Europa. Hemos añadido algunas notas y algunas observaciones que son el fruto de nuestros viages à la Provincia de Quito. En ninguna parte están mejor situadas que en paralelo con las de Humboldt. Las medidas inglesas, y grados del Termómetro de Fahrenheit las hemos reducido à la vara de Burgos, y al Termómetro centrígrado que es el que hoy se usa como mas acomodado al cálculo. Quadro físico de las regiones equatoriales ( Extracto 1°.) Ningun nombre hay mas célebre que el de Humboldt entre los sabios que cultiban las Ciencias fisicas y geográficas. Visitando este Viagero ilustrado las regiones del Nuevo Mundo que estan situadas dentro de los Trópicos ha manifestado un valor y una constancia à que jamás ha llegado ninguno de los que le han precedido. Pocos han reunido como él las qualidades propias para empresas tan difíciles. Sabio fisico, profundo químico, penetrado del ardiente deseo de los descubrimientos, y dotado de todos los medios de satisfacer esta noble emulacion, aspirando à hacer, glorioso su nombre por los exfuerzos mas útiles y mas generosos, ha llevado sus indagaciones à todos los ramos del orden fisico y del orden social. La maza de muestras curiosas que ha recogido, y las colecciones magníficas que ha traido para servir à los progresos de la Ciencia exêden a todos los resuldados de quantos han emprendido la misma carrera. Humboldt ha derramado nuevas luces sobre la historia de nuestra especie, ensanchando los límites de la Geografía matemática, y ha añadido una infinidad de objetos nuevos á los tesoros de la Botánica, de la Zoología y de la Mineralogía. Estas adquisiciones preciosas, clacificadas en los reynos à que pertenecen, se presentarán al público en una obra que reuna á todo el luxo typográfico el del diseño. Pero la impasiencia de aquel antisipa los progresos tardíos del Gravador y del Impresor. Algunos fracmentos de esta grande composicion han aparecido ya; pero sin orden y sin manifestar las relaciones que tienen entre sí. Aun no se ha comenzado la impresion de la relacion de viage que debe ocupar cinco volúmenes en quarto. Tres años se han gastado en completar lo que tenemos à la vista, y tal vez se necesitarán otros tantos para publicar lo que resta. Humboldt nació en Prusia en donde tiene vastas propiedades, y cuyas rentas ha destinado à los descubrimientos útiles para las Ciencias y para la humanidad. A los 21 años comenzó sus viages por Europa, y a los 27 habia visitado ya la Alémania, Polonia, Francia, la Suisa, una parte de la Inglaterra, la Italia, la Hungría, y la España. Restituido à Paris en 1784 fué invitado por los Directores del Museo de Historia Natural à acompañar al Capitan Baudin en su viage alrededor del Mundo. Pero este proyecto se abandonó con motivo de la renovacion de las hostilidades con la Austria. El original dice 1748: en esta época no habia nacido Humboldt, y creemos sea 1784. Humboldt pensó entonces sériamente en executar el plan que habia formado mucho antes de vicitar el Oriente como filósofo. Deseaba para esto reunirse à la expedicion que habia partido para Egyto, de donde se prometía penetrar en la Arabia y atravesando el golfo Pérsico y recorrer los establesimientos ingléses de la India. Pero la situacion de la Francia despues de la batalla del Nilo era cada dia mas crítica. Las potencias berberiscas le hacian entonces la guerra y la navegacion del Mediterraneo era muy peligrosa. Humboldt permaneció dos meses en Marcella con la esperanza de obtener paso à bordo de una fragata sueca que debia conducir à Argel à un Consul de aquella nacion. Su pasiencia se agotó, y penso en restituirse à España creyendo encontrar aquí los medios de pasar prontamente à Berbería. Llevaba consigo una coleccion conciderable de instrumentos de Física y de Astronomía que habia comprado en Inglaterra y en Francia. Una perspectiva mas grande se abrió bien pronto à sus ojos. Despues de recidir algunos meses en Madrid obtubo de esta Corte, del modo mas lisongero y liberal, el permiso de visitar sus colonias del Nuevo Mundo. Al instante Ilamó de Paris à su amigo Bompland, infatigable en la carrera de los descubrimientos, y dotado de conocimientos profundos en la Botánica y en la Zoología. Sin pérdida de tiempo se embarcaron en la Coruña, y despues de haber tocado en las Islas Canarias, en donde escalaron el Pico de Teyde , para visitar su crater, continuaron su viage y arrivaron por el mes de Julio à Cumaná en América Meridional. El resto del año lo emplearon en recorrer la costa de Paria, las Misiones de los Chaymas, y las Provincias de la Nueva Andalucía, nueva Barcelona, Venezuela, y la Guayana española. Dexando à Caracas en 1800, Humboldt y Bompand internaron en los valles deliciosos de Aragua; visitaron el gran lago de Valereya, cuya vista recordó à los Viageros el de Ginebra; pero con sus orillas hermoseadas con la pomposa vegetacion que embellese los paises situados dentro de los Trópicos. En Cura, una de las pequeñas islas que se hallan sobre el lago, hallaron que se cultiva una especie de Solomens que produce un fruto sano y agradable. Despues atravesaron los famosos Llanos, ese inmenso número de desiertos que se succeden unos à otros, en donde se recorren 200 millas sobre un terreno esteril, enteramente destituido de fuentes, de atroyos, y cubierto de una yerba seca. Muchos dias viajaron sobre este pais desolado sin hallar un solo arbusto, ni una sola cabaña, sufriendo un calor de 43,3 à 46,1 gr. del Termómetro centígrado. De San Fernando, situado en las orillas del Apure, entraron en el Orinoco por los 7 gr. de latitud septentrional, y navegando sobre su vasto lecho pasaron cerca de las cataratas de Marpurés y de Aturés, llegaron à la confluencia del Guaviari desde donde subieron los pequeños rios de Atapo, Jaumine, y Temi . De las Misiones de Sarita pasaron por tierra à las fuentes del famoso Rio-Negro, en donde encontraron cerca de treinta Indios ocupados en trasportar canoas al traves de la selva y conducirlas al embarcadero de Pemichin. Nuestros Viageros descendieron despues al fuerte de San Carlos siguiendo las corrientes del Rio-Negro . De este punto regresaron al Orinoco por el Casiquiari, y de aquí à la Mision de Esmeraldas. Los Guaycos, y las tribus dispersas de Indios que encontraron les impidieron tocar en las cabeceras del Orinoco. Estos Guaycos tienen la tez clara, estatura pequeña y unas inclinaciones sanguinarias y guerreras. Comenzaron à baxar este rio, con una navegacion penosa y desagradable. De dia sufrian la falta de proviciones y por la noche los torrentes de lluvia que caian sin interrupcion. Obligados à buscar abrigo y un alimento miserable en las selvas, no hallaban otra cosa que nubes de insectos, sin atreverse à solicitar un alibio baxo de las aguas por que por todas partes los aguardaban los Crocodilos para devoralos. Despues de haber escapado de tantos peligros, de tantos sufrimientos, y tambien de las exhalaciones mortíferas que producen los rayos ardientes del Sol, volvieron à Cumaná por la llanura de Cari y por la Mision de los Caribes. Esta es una raza de hombres, que puede ser la que mas se acerque à la de los Patagones que es la mas gigantesca y la mas fuerte del Mundo conocido. Humboldt midió este Pico célebre y será agradable à los lectores ver el resultado de esta medida y compararlo con los que obtubieron antes otros Viageros y observadores. Segun el P. Feuillee el Pico tiene .. 5163 vrs. Hernandez ........... 6202 Heberdeen ............ 5474 Casini ............... 6122 Bouguer .............. 4808 Verdum primera ...... 4064 Verdum segunda ...... 4442 Humboldt ........... 4473 ¿Serà alguna especie de Soulamea? Pasados algunos dias, que les fúeron necesarios para recuperar sus fuerzas debilitadas, estos Viageros se dirigieron à la Isla de Cuba corriendo todos los peligros y todos los horrores de un naufragio en esta travesia. Alli permanecieron tres meses. Humboldt determinó la longitud de Havana , y enseñó à los cultivadores de la Caña de Azucar à construir los hornos mas económicos para su preparacion . Humboldt pensaba entonces pasar á Vera-Cruz y marchar de aquí por México y Acapulco à las islas Filipinas con el fin de arrivar, si era posible, por Combay y Alep à Costantipla. Pero un falso rumor, en orden à la salida del Capitan Baudin, le obligó à mudar de ruta, y para evitar qualqier peligro, embió directamente à Europa sus colecciones y manuscritos. En Marzo de 1801 fletó un Buque pequeño y se hizo à la vela para Cartagena. Las Contínuas cálmas y las corrientes contrarias lo detubieron demaciado tiempo en el mar. La estacion estaba muy avansada para permitirle dirigirse à Panamá, y por aquí à Guayaquíl ò Lima en donde se prometia encontrar al navegante frances. Este plan fué abandonado, y por otra parte deseando Humboldt conocer à Mutis célebre Naturalista Americáno, y exâminar su coleccion sobervia, resolvió encaminarse al lugar de su residencia. Nuestros Viageros se internaron en los bosques de Turbaco y navegando el hermoso rio de la Magdalena llegaron à la Villa de Honda, de donde prosigiendo su marcha por entre selvas de Melástomas, de Cinchonas entraron en Santafé de Bogotá, Capital del N. R. de Granada. Esta Ciudad está situada al pie de dos montañas en una bella explanada y à la elevacion de 3143 varas castellanas sobre el nivel del mar. Estos lugares parecen haber sido formados para lisongear el gusto, y exâltar la imaginacion. Las minas de Mariquita y de Sta. Ana, las de Zipaquirá &c. situadas en sus inmediaciones: el puente natural de Incononso, compuesto de 3 fracmentos de róca que un temblor de tierra presipitó, es un objeto bien notable: y la cascada magnífica de Tequendáma que se presipita de una altura de 212 varas presenta uno de los espectáculos mas grandes de la Naturaleza. Humboldt sitúa à la Havana en los 84° 4′ 45″ al Occidente del Observatoria de Paris. Una série inmensa de observaciones barométricas hechas con el instrumento mas bien montado que ha visto jamas esta Capital, nos ha enseñado que Santafé está à 3216,6 varas de Burgos sobre el mar. Vease el Semanario del N. R. de Granada para 1809. N. 47. Tenemos muchas descripciones de la catarata de Tequendama; pero casi todas exâgeradas. He aquí lo que nosotros hemos escrito en la Relacion de nuestros viages dentro del Reyno. „El Bogotá, despues de haber recorrido con paso lento y perezoso la espaciosa llanura de su nombre, vuelve de repente su curso hácia Occidente y comienza à atravesar por entre el cordon de montañas que están al Sudeste de Santafé. Aquí dexando esa lentitud melancólica accelera su páso, forma ólas, murmúllo, espumas. Rodándo sobre un plano inclinado, aumenta por momentos su velosidad. Corrientes impetuosas, golpes contra las rócas, saltos, ruido magestuoso, suceden al silencio, y à la tranquilidad . En la orilla del pricipicio todo el Bogotá se lanza en maza sobre un banco de piedra; aquí se estrella, aquí dá golpes horrorosos , aquí forma herbores, borbotones, y se arroja en forma de plumas divergentes, mas blancas que la nieve, en el abysmo que lo espera. En su fondo el golpe es terrible, y no se puede ver sin horror. Estas plumas vistosas que formaban las aguas en el ayre, se convierten de repente en lluvia, y en columnas de nuves que se levantan à los cielos. Parece que el Bogotá, acostumbrado recorrer las regiones elevadas de los Andes, ha descendido à pesar suyo à esta profundidad, y quiere orgulloso elevarse otra vez en forma de vapores. Las margenes del Bogotá, desde que entra en la garganta de Tequendama, están hermoseadas con arbustos y tambien con árboles corpulentos. Las vistosas Beffarias resinosa y urens, la Melastomas, la Cuphea.... esmaltan esos lugares deliciosos que ponen à la sombra el Roble, las Aralias y otros muchos. El punto mas alto de la catarata, aquel de donde se presipitan las aguas, está 312 varas mas baxo que el nivel de la explanada de Bogotá y esto basta para comenzar à sentir la mas dulce temperatura. A la derecha y à la izquierda se ven grandes bancos horizontáles de piedra tajados á plomo y coronados de una selva espesa. Quando los dias son cerenos, y el Sol llega de los 45 à los 60 grados de altura sobre el horizonte, del lado del Oriente, el ojo del espectador queda colocado entre este astro y la lluvia que forman las aguas al caer. Entonces percibe muchos iris concentricos baxo de sus pies, que mudan de lugar conforme se va levantando el astro del dia. La cascada no se puede ver de frente, y es preciso contentarse con observarla de arriba à baxo. Por el lado del Norte ofrece el terreno un acceso mas fácil y mas cómodo. Aqui hay un pequeño plano horizontal de piedra al nivel mismo del punto en que presipitan las aguas, y desde este lugar es que los curiosos y observadores han visto esta célebre catarata. Quando se mira por la primera vez la cascàda de Tequendáma hace la mas profunda impresion sobre el espíritu del observador. Todos quedan sorprendidos y como atónitos. Los ojos fixos, los párpados extendidos, arrugado el entre cejo, y una ligéra sonrríza manifiestan claramente las sensaciones del alma.„ El placer y el horror se pintan sin equivocacion sobre todos los semblantes. Parece que la Naturaleza se ha complacido en mezclar la magestad y la belleza con el espanto y con el miedo en esta obra maestra de sus manos. „Nosotros no estamos acostumbrados à ver hácia abajo de alturas eminentes è incurrimos, sin pensarlo, en una ilucion. Siempre nos parecen mayores las elevaciones quando vemos para abaxo, que quando las miramos alrevez. Una torre, por exemplo, nos parece de 30 ò 40 varas quando la miramos desde su base; pero si subimos à su parte. superior nos creemos á 60 ò à 80 varas de altura. Esta ilucion nace de los mismos principios que el aumento aparente del diametro de la Luna y del Sol quando están inmediatos al horizonte. El profundo Malebranche ha demostrado las causas, y nosotros creemos que exîsten las mismas en el caso de la catarata de Temquendama. Este es el origen de tantas exâgeraciones sobre su altura. No ha faltado escritor que le dé media legua de elevacion; pero, como dice Bouger, es preciso ser muy circunspecto en el uso de la palabra legua quando se trata de alturas . Si se repiten las visitas á Tequendama, si se mira esta profundidad por intervalos y con un ánimo cereno la ilucion vá poco à poco desapareciendo, y las leguas se convierten en varas. Las palmas colosales que se habian visto en el fondo del abysmo ya no son sino Helechos arboreos (Polipodios) de 2 brazos de altura. Los clímas confundidos, los frutos de los países ardientes à la vista de la cebada y de la Papa: el Mono, el Tigre en la base y el Oso y el Ciervo en la „parte superior no son otra cosa que conseqüencias de la primera ilucion. ¿Cómo 200 varas de altura perpendicular habian de hacer variar la temperatura, la vegetacion y los animales? Los rasgos que se han publicado hasta aquí son hijos de una imaginacion acalorada, y del deseo de embellecer las descripciones. Algunos han medido la altura de esta cascada. El primero, que yo sepa, fue el célebre Mutis. Entre los M. SS. que se entregaron por el Gobierno al Observatorio astronómico he hallado las operaciones y los resultados que obtubo este Botánico. Pocos años despues de su llegada à este Reyno hizo un viage de muchos dias y emprendió subir, rodeado de peligros, desde la Meza de Juan Diaz hasta la base de la catarata. Las corrientes, y les precipicios lo detubieron en la embocadura de la quebrada de Pobaza que está poco distante de este punto. Aquí hizo una observacion del Barómetro, y estimó el descenso del Bogota en este corto espacio de 30 varas. Despues se trasportó con sus instrumentos à la parte superior, è hizo otra observacion semejante. Con estos datos deduxo que la catarata tenia 255 varas de altura perpendicular. Es verdad que Mutis no corrigié las columnas mercuriales del efecto del calor, y que no tubo atencion à la latitud y pesantez. Ya se vé, en esa epoca no habian escrito todavía, De Luc, Trembley, Saussure, ni la Place. Mutis desmontaba su Barómetro à cada observacion , y lo volvia à llenar para verificar otra nueva: no hervia el mercurio, y lo que es mas notable, se contentaba con cerrar la extremidad superior del tubo con lacre. Todo esto reunido debe haber producido errores en los resultados. Pero haciendo justicia, admiramos como se acercó tanto à la verdad en medio de tantas inexâctitudes. Por los años de 1790 D. Domingo Ezquiaqui Comandante de Artilleria hizo medidas mas sérias por orden del Virey Ezpeleta. Esta medida se publicó en el número 88 del antiguo Papel periódico de Santafé de Bogotá. Se dice que fué hecha con zondaleza, y por consiguiente de la mayor confianza. La altura perpendicular de esta catarata se halló entonces de 264,5 varas. La profundidad del abysmo que las aguas han excabado en la roca era de 46 varas. Por lo demás, la medida barométrica de este Oficial de Artilleria es de todo punto monstrusa y no merece referirse. En 1801 el Baron de Humboldt, que visitó estas regiones midió tambien la cascada de Tequendama. Este Viagero usó del descenso de los graves, y deduxo que tenía 212 varas de altura perpendicular. Este resultado lo hemos visto en los apuntamientos manuscritos que dexó Humboldt à varios curiosos del Reyno. Los 600 pies ingléses hacen 220 varas castellanas. En 1807 quise yo tambien hacer mis tentativas con esta célebre catarata. Usé, como Humboldt, de descenso de los graves, y hallé constantemente que estos gastaban 6 instantes de tiempo en baxar. De aquí deduxe que la cascada tenía 219,9 varas de altura. El método de los graves incluye errores, y es de los mas delicados. Con un quarto de instante que se dé de mas ò de menos, lo que es muy fàcil, la medida resulta monstruosamente errada. A mas esto, en Tequendama no se puede asegurar el observador del momento preciso en que el grave toca la parte inferior de la cascada. La lluvia, las nieblas continuas que se levantan impiden el que se haga por este médio una medida exâcta. En concideracion à todo nos atenemos à la de Esquiaqui por ser hecha con zondaleza, hasta que otras la contradigan ò confirmen. Aunque la estacion de las lluvias prosegia. Humboldt y Bompland salieron para Quito en Setiembre de 1801. Atravesaron los Andes de Quindío, que no son otra cosa que una cadena de montañas cubiertas en parte de nieves, y en donde se hallan con profucion el Estoraque, las flores de la Pasion (Passifloras) el Bambuc (Guadua). Trece dias se vieron obligados à marchar sobre fangos sin hallar ningun camino traficado. Despues de haber tocado en Cartago, en el hermoso Valle del Cauca, pasaron por las cercanias del Chocó encontrando en su ruta mazas redondas de basalto, de piedra verde, y de madera focíl. De Buga se dirigieron à Popayan, Ciudad Episcopal, y cabeza de la Provincia de este nombre. Está situada en una posicion agradable y pintoresca al pie de una montaña de pórfido cerca de los volcanes de Puracé y Zotara y en donde se disfrata de una temperatura deliciosa . De aquí avansaron al travez de los presipicios de Almaguer para evitar el Valle deletereo de los Patias y llegaron à la Ciudad de Pasto situada en un bello plan, y en las inmediaciones de un volcan cubierto algunas veces de nieve. Atravesaron despues el Guáytara por encima de un puente construido sobre una profundidad que tiene mas de media milla de altura perpendicular y que ofrece uno de los sitios mas variados y magníficos de estas montañas. Despues viajaron sobre un plano fértil en granos de Europa aunque elevado à 3395 varas sobre el mar, y llegaron al Pueblo de Tulcan situado cerca de un Castillo de los Incas y de la roca de Rumi-chaca . Descendieron de aquí al Valle de Chota que tiene dos millas de longitud y una de profundidad, y al de Guayllabamba que tiene media milla de profundidad, en los que sufrieron un calor insoportable y llegaron por fin á la famosa Ciudad de Quito en Enero de 1802. Aquí pudieron respirar despues de tantas fatigas, y gozar de los placeres de la hospitalidad, y de la confianza en médio de las mas grandes producciones de la Naturaleza. „Las medidas reunidas son: „Mutis .......... 255,0 var. „Esquiaqui ....... 264,5 „Humboldt. MSS .. 212,0 „Humboldt; Ambigú 220,0 „Caldas ......... 219,9.“ En Carta dirigida al Sr. Mutis de Popayan con fecha 20 de Noviembre 1801 dice Humboldt lo siguiente. „La situacion de Popayan es deliciosa. Una campiña risueña y variada, una bella vegetacion, un clima templado, el trueno mas magestuoso que jamàs se ha oido, las producciones de los Trópicos á la frente de las címas nevadas de los Andes, y de bocas que vomitan humo y aguas sufurosas: esta mezela de grande y de bello, estos contrastes tan diversificados, que la mano del Todo Poderoso ha sabido colocar en la mas perfecta armonía, llenan el alma de imagenes las mas grandes y las mas interesantes. Los habitantes de esta Ciudad tienen una cultura mucho mayor de lo que se podia esperar; pero mucho menor de lo que ellos se imaginan. Aquí todos recetan por que han leido al Tissot, todos saben Física y Química por que han visto al Espectáculo de la Naturaleza. Yo estoy seguro que conoces ...... Por lo demas el amor de las ciencias, de que tanto se lisongéan estos habitantes, es muy debil. Ninguno ha querido acompañarnos en nuestras excurciones fíciles, ni nos ha preguntade el nombre de una planta, ni de una piedra. Ninguno ha exâminado las maravillas que tiene alrededor de sí, tales como las bocas del Volcan, su altura, su situacion; bien que esta reprencion se le puede hacer à toda la América. A pesar de esto, yo me lisongéo de ver aquí unas buenas disposiciones, una efervescencia intelectual que no era conocida en 1760, un deseo de poseer libros y de conocer los nombres de los hombres célebres, una conversacion que rueda sobre objetos mas interesantes que los del nacimiento de qualidad ... Todo esto forma un buen aguero; pero yo temo mucho que no pasen de aquí, sinó se muda enteramente el plan de educacion, sinó se les hace entender que no se puede aprender todo en 2 dias, y que vale mas saber poco como se sepa bien. Nuestro espíritu es como el agua que pierde de profundidad à proporcion que se extiende sobre el terreno. Por lo demás, la Física, las Ciencias que faltan à todos los Américanos no pueden hechar raices profundas sinó en una generacion robusta y enérgica. ¿Qué se puede esperar de unos jovenes rodeados y servidos de esclavos, que temen los rayos del Sol, y las gotas del rosío, que huyen del trabajo, que cuentan siempre con el dia de mañana y que la mas ligera incomodidad los aterra? Estos jovenes no pueden dar sinó una raza afeminada è incapaz de los sacrificios que piden las Ciencias y la Sociedad ¡Quantas verdades interesantes en tan pocas lineas! ¡Oxalà mi Patria y la América ábra los ojos, y oyga estas reprenciociones desinterezadas, y sàbias! En todo esto hay un fondo de verdad que nos humilla. No lo podemos negar: nuestra educacion física y literaria es mala en todos sus puntos ¿Quando pensarémos en mejorarla? Solo añado que la reprension que hace Humboldt à los habitantes de Popayan por no haber exâminado las bocas de su volcan, altura, situacion &c no es justa. El ignoraba entonces que D. Antonio Arboleda, D. Juan Josef Hurtado, y yó habiamos escalado el año anterior esta montaña, que habiamos subido instrumentos, analisado sus aguas minerales, y recogido y descrito lo mas bello de su vegetacion. Quando él vió nuestros MSS. se arrepintió de haber hechado en cara á Popayan su pereza y su debilidad. Pero à pezar de esto, tres individuos no hacen ley, y nosotros creemos demaciado justa la censura de Humboldt. ¿Quien ha recorrido este bello pais que nos ha tocado en suerte? ¿Quien ha medido sus montañas? ¿Quien ha levantado su Carta? Pero que!!! no conocemos ni aun el plano de la explanada preciosa sobre que vivimos! Verdades grandes y humilladdores. Antisipémonos à reprendernos antes que nos reprenda otro Europeo ilustrado, que nos visite. Si Humboldt hubiera conocido nuestro Observatorio astronomico habría hecho seguramente mas felices agüeros; pero ¿quantas censuras habrían partido de su pluma filosófica contra nuestra ignorancia si hubiera sabido que se míra este establesimiento con tédio, que se murmuran los designios de su sábio fundador, y que se desea su demolicion? ¿Quantas veces se habría burlado de nosotros, de nosotros que no conoscemos ni las fuentes dela gloria, ni las de la utilidad? Pero nos consolamos: no faltan entre nosotros hombres que penetren la importancia de un Observatorio, y todas sus relaciones con la Tàctica, Economía, Política, Navegacion, caminos &c no faltan quienes, mas elevados que el comun, vean objetos mas sublimes, dignos de filósofo y los únicos que conducen à un pueblo al colmo de su gloria. Suprimimos este lugar por que nos hace honor. El puente de Guáytara no està sobre una elevacion de media milla. El córte de Guáytara tendrá esto; pero el puente no esta á 10 varas sobre el rio Peltier ha extracctado mal en este lugar à Humboldt. Rumi-chaca, quiere decir Paente de piedra como en efecto lo és. Aquí no hay roca llamada Rumi-chaca. Nos parece que Peltier extracta tambien mal aquí. En varias épocas hemos residido en Guayllabamba, y nuestro Termómetro solo nos ha indicado de 20, à 22 del Termómetro centígrado. Ocho meses permanecieron en la Provincia de Quito haciendo excurciones à los Volcanes vesinos y á las cimas mas elevadas de los Andes. Despues de tres tentativas diferentes, Humboldt llegó dos veces á la cima del Volcan de Pichincha , con peligro de su vida, llevando consigo los instrumentos de fisica necesarios, a una altura de 5718 varas sobre el mar. Inmediatamente pasó à visitar la montaña de pórfido de Antisana cuyo crater exîste en medio de nieves eternas à la altura de 7117 varas sobre el mar. En este tiempo fue que nuestros Viageros acompañados del hijo del Marquez de Selva-Alegre (D. Carlos Montufar), quien por amor à las ciencias no los habia abandonado desde su llegada à Quito, se resolvieron à una empresa mas dificil. En la mitad del estio partieron para el Volcan de Tunguragua y montaña nevada de Chimborazo. Ellos atravesaron las ruinas deplorables de Riobamba y de otros pueblos arruinados el 7 de Febrero de 1797 por un temblor de tierra que en un momento se tragó 40 mil personas . Despues de haber pasado cerca de un grupo magnífico de columnas de pórfido, atravesaron el Puela sobre un puente de cuerdas y subieron à lo alto de Chuchilla y de Guandisava, que es una cadena de rocas calsinadas que antes de aquella convulcion espantosa estaban cubiertas de una frodosa selva de cedros olorosos. Calcularon desde aquí que el Tunguragua se eleva sobre el mar 5022 varas. A costa de exfuerzos increibles subieron por fin sobre las faldas orientales del Chimborazo y colocaron sus instrumentos sobre el borde estrecho de una roca de pórfido que salia fuera del inmenso espacio cubierto de una nieve inpenetrable. Una roca de 500 pies de ancho impidió sus progresos ulteriores. La densidad del ayre se halla reducida à la mitad: sentian un frio penetrante: su respiracion era penosa: la sangre corria de sus ojos, de sus encias y de sus labios. Aquí se hallaban sobre el punto mas alto à que jamas ha llegado ningun mortal. La altura era de 7114 varas, es decír, 1264 varas mas arriva del punto à que llegó la Condamine en 1745 . Allí descubrieron por una operacion geométrica que la cima del Chimborazo distaba aun 780 varas del punto en que se hallaban. Cálculos bien aproxîmados solo dan 22 mil almas tragadas en esa catàstrofe. Esia célebre observacion se hizo en Julio de 1738 por Bouguer, y de la Condamine. Terminadas estas observaciones importantes nuestros Viageros descendieron a las regiones de la vegetacion, y recoriendo la cadena de los Andes, seguidos de 20 mulas que conducian sus bagages y colecciones. Despues de haber pasado las llanuras de Teocaxas avansaron hasta Sitzan, y atravesaron el peligroso desierto del Asuay. En el camino para Cuenca vieron las ruinas de los palacios de los Incas, y de otros monumentos de la antigua grandeza peruana. Continuaron su ruta por Cumbe cerca del gran páramo de Sarar, en el que la Melastoma y el Embotrium crecen à una elevacion de 4380 varas. Llegaron à la bella cascada de Uduchapa: descendieron media milla por un camino casi perpendicular: atravesaron el valle de Zaraguru que ofrece una de las escenas mas hermosas de los Andes y entraron en Loxa Ciudad célebre por el comercio dè las Quinas. Los árboles que la producen crecen a espaldas de las montañas à 5474 varas sobre el mar, y á una temperatura de 15 à 21 grados del Termómetro centígrado . Adelantaban en su viage por en medio de una serie de pueblos habitados por los naturales del pais rodeados de bosques de Chyrimoyos, Limoneras silvestres, y al frente de las ruinas de los palacios peruanos esparcidas por todas partes. Baxáron al lecho de Lutaco en un valle estrecho de 1533 varas de profundidad. Pasaron al travez de plantios de caña de Azucar, y atravesaron la selva de Chusucanas en donde se hallan las ruinas inmensas de los baños de los Incas, y pasaron cerca de la gran calzada que estos Principes habian construido sobre los Andes à 2 millas de elevacion sobre el mar. Llegaron à S. Felipe, salvando con dificultad sus instrumentos y sus colecciones, pues se vieron obligados à pasar à vado tres dias consecutivos el Guacabamba. Despues de un descenso rapido y casi perpendicular de una milla caminando baxo de una selva de Limoneras llegaron à un pueblo de Indios en donde se embarcaion en el Chayma, y arrivaron à la provincia de Jaen, y a las cataratas de Rentema, sobré la orilla izquierda del Amazonas, à 450 varas solamente sobre el nivel del mar. Creemos que Peltier equivóca esta altura. El pone 15000 pies ingleses, que hacen 2346 toesas y 5474 varas. Humboldt (Geográfia de las plantas) asigna el término superior de la Quina á 1500 toesas. Vease el Semanario para 1809 N. 19 y 22. Humboldt y sus compañeros se embarcaron sobre este grande rio, y subieron hasta la catarata de Tomependa. De aquí variando de rumbo al Sudeste, vieron las famosas minas de Chota situadas sobre la Cordillera, y entraron en Caxabamba que està fundada en una llanura abundante en Cebada, y á la altura de 996 varas. Baxando despues las faldas occidentales de la Cordillera, vieron con placer el Oceáno Pacífico, y costeando en Octubre sus riveras desnudas y estériles, con la temperatura del ayre a 16,1 gr. y la del agua à 21 gr. del Termómetro centígrado, llegaron à Lima Capital del Perú. Aquí permaneció Humboldt algun tiempo admitando la vivacidad è inteligencia de sus moradores. En el Callado tubo la felicidad de observar la emercion del paso Mercurio sobre el disco del Sol. . (Se continuará) Yo tambien tube la felicidad de observar la salida de Mercurio en el paso del 9 de Noviembre de 1802. Me hallaba en esa época en el Corregimiento de Otabalo colectando la vegetacion de ese bello pais, y visitando sus Volcanes inmediatos . Tambien me ocupaba en la obervacion del Cielo con el fin de mejorar ò corregir la Carta de la Provincia de Quito. Tenia un Péndulo astronómico bien reglado por alturas correspondientes, un acromático de 2 pies, y un quarto de circulo de J. Bird. Con estos instrumentos observaba alturas meridianas del Sol, y estrellas para las latitudes, las inmersiones, y emersiones de los Satelites de Júpiter para las longitudes. En este estado y justamente la antevíspera del paso de Mercurio (el 7, de Noviembre) recibí una Carta de Humboldt fecha en Truxillo à 30 de Septiembre de 1802, en que me avisaba las circunstancias de este paso y me exhortaba à observarlo. Poco trabajo tube en los preparatibos pues estaban hechos y solo continue en tomar altunas correspondientes el 7, 8, 9, 10, &c. para fixar irrevocablemente el clemento del tiempo. El dia asignado llego: yo estaba desde la aurora con mi acromatico prepar ado esperando que el Sol se presentase sobre el horizonte de Otabalo, que está por todas partes herizado de montañas elevadas. El Cielo estaba sin una nube y prometía el mejor suceso en esta observacion interezante. Para no dividir mi atencion contaba los instantes del Pendulo D . Marcos de Alarcon , vesno de este asiento, y joven de las mejores dispositiones para la Astronomía. Tenia una larga practica en este género, pues él habia querido ayudarme en todas las numerosas observaciones que habia practicado en Otabalo. Quando el Sol se presentó sobre las faldas meridionales de Imbabura, Mercurio habia recorrido ya los tres quartos del disco solar, y estaba próxîmo à su salida. Yo le seguí cuydadosamente, y ví sin ninguna duda el contacto interior á 18 h. 44′. 44,″ 76 tiempo verdadero y cuenta astronómica. La salida total de Mercurio à 18 h. 46′ 03,″ 76. En esta última determinacion puede haber de 1″ á 2″ de insertidumbre, por las freqüentes undulaciones que ocacionaban los vapores del horizonte. Puede interesar mucho à los Astrónomos la publicacion de esta observacion. Nostros no hemos visto la de Humboldt, ni la de ningun otro observador. Consignamos esta en nuestro Semanario y esperamos que sea bien recibida por los Profesores. Otabalo está, por muchas alturas meridianas del Sol y estrellas, tomadas con el bello Quarto de círculo de J. Bird, à O. 13′ 33″ de latitud boreal, y à O. 14′ 45″ al Este de Quito. Como ésta Ciudad se halla, segun nuestras observaciones, à 80.° 48′ 31″ al Occidente de Paris, Otabalo estarà á 80 33′ 46″ al Occidente del mismo meridiano. Semanario del N. R. de Granada, Memoria 7a. para 1810. PATRIOTISMO. El Real Consulado de Cartagena, que mira con particular interez todos los objetos de utilidad pública, me dirigió un oficio con fecha 29 de Agosto de 1810 en que, despues de varias reflexîones, propone el prémio siguiente para la introduccion de las Vicuñas en el Reyno. „Este Consulado, dice, ofrece el prémio de dos mil pesos al que introduzca de su propia cuenta en todo el año próxîmo de 1811, (y si nó hubiere concurrentes se prorrogará al de 1812) el número de 400 Vicuñas, las siete partes hembras, y la octava parte de machos, todas sanas, y nuevas y las presente en dicho estado y entrege à sus Diputados: A saver: 100 al de Santa Marta: 50 al de Pamplona: 150, al de Santafé: 50 al de Honda: y 50 al del Chocó: para que se hagan poner libres con su conocimiento y autoridad en las mas elevadas y rígidas montañas de su partido, señaladamente en aquellas en que hay nievo permanente, prohiviendose con graves penas el darles muerte, como con tanta sabiduria lo hicieron los Incas en su Gobierno. „En el cáso que hubiese dos ò mas concurrentes al prémio, y el número de Vicuñas introducidas por todos excedan de las 400 indicadas, se prorratearà aquel con proporcion al número de cada uno: y sinó se llegase à completarlo se le pagará al introductor ò introductores el prémio de 5 pesos por cada una de las que entreguen en la forma y proporcion antes dicha con los avisos de sus Diputados respectivamente de su recibo.„ El Sr. Prior del Consulado D. José Ignacio Pombo añadió: „Yo el Prior, en obsequio de mi Patria, ofrezco 500 pesos al que entregue en Popayan à la disposicion de los SS. Dr. Manuel Maria y D. Antonio Arboleda el número de 100 Vicuñas con la proporcion de machos y hembras, y demas calidades expresadas, para que se pongan en libertad, 50 en el monte de Coconuco, y 50 en el Alto del Rey con prohivicion de matarlas. Cartagena, y Agosto 29 de 1810. — José Ignacio Pombo: Teodoro Maria Escovar: Joaquin de Lecuna y Márques. “ El ilustrado y genoroso D. Pedro Abadia con fecha de Lima 23 de Agosto de 1810 me dice lo signiente: “Hemos leido con el gusto que siempre la Memoria sobre la transmigracion de las Vicuñas. Tal vez faltan à V. noticias y datos pues sin ir al Potosí ni à la Paz las hay con abundancia en las inmediaciones de Chachapoyas y Lambayeque y ya V. vé qué diferencia tan notable con, respecto à su conduccion à Guayaquíl. Clama ne cesses, decia Ganganeli à Còncina, y yo repito á V. que sea infatigable en la vasta carrera que ha emprendido.“ Esta sola noticia de un Peruano tan ilustado como Abadia hace subir de punto el valor del premio del Consulado, pues desaparecen las tres quartas partes de las dificultades. Puede ser que Quito, que respira ya la dulce aurora de la libertad, piense en hacerlas pasar à sus montañas, y que el ilustre Selva-Alegre execute esta empresa digna de él y de su patriotismo. QUADRO FÍCICO de las regiones equatoriales. ( Extracto 2°.) Nuestros viageros se embarcaron para Guayaquil y de aqui se dirigieron à Acapulco en la N . España. Hallaron a los habitantes de estas regiones enfermos y desgraciados baxo de un clima ardiente y malsano. Diferentes razones los obligaron á permanecer en esta parte de la América el espacio de un año. En Abril de 1803 hicieron una excurcion de Acapulco à Tasco en donde están las famosas minas, en un terreno cubierto de Encinas, de Pinos de Fresnos, y que produce la Cebada, y el Trigo con abundancia á una altura de 2189 varas castellanas. Pocos dias despues llegaron á la opulenta Ciudad de México, fundada en el lugar que ocupó la antigua Tenochticlan, entre los lagos de Texcuco y Xoquemilco. Estos se han disminuido conciderablemente desde que los Españoles desecaron el pais y abrieron el canal de Huchuetoca. México está rodeada de alamedas y de Pueblos de Indios. A poca distancia estan dos montañas volcánicas cubiertas de nieves eternas. Esta Ciudad, situada á 2728 varas sobre el nivel del mar, goza de clima templado, y el Termómetro centígrado solo sube á 16, 6. En la Memoria 1. del Semanario para 1810 pag. 9 hemos dicho „Hasta hoy ignoramos la altúra del Barómetro en la Capital de Imperio de Montezuma apesar de haber estado allí Alzate, Doz, Medína, y Chappe. Esperamos que el infatigable Humboldt nos disipe estas dudas y nos fixe sobre la altura de México“ ... Nuestros deseos se han cumplido: Peltier extracta 7475 pues Ingleses, que hacen 728 varas castellanas. En los MSS que traxo y me franqueó D . Carlos Montufar veo que Humboldt dà à México 1131 toesas que son 2635 varas. No sabemos de donde provenga esta diferencia tan considerable. Nuestros Viageros visitaron las minas de Moran y Oyamel en donde los Mexicanos preparaban las piedras que debian servir para fabricar los cuchillos y las hachas. Prosiguiendo su marcha, vieron el Pozo de la Virgen que es una caberna de donde sale el rio Capula. Despues se encaminaron por Quieretaro y Salamanca atravesando llanuras fértiles hasta la Ciudad de Guapaxuato, célebre por sus minas que son las mas ricas del mundo conocido. Solo la Valenciana produce anualmente unos 2200000 pesos y dá á los propietarios una renta de 562500 pesos. Al regreso de Guanaxuato nuestros viageros atravesaron el valle que conduce de Santiago à Valladolid Capital de Mechoacán, la provincia mas fértil y mas deliciosa del N. México. De aquí se dirigieron de Puescuara à la llanura de Malpais, inmediata à las Costas del Océano Pacífico, y tuvieron el valor de descender casi al fondo del volcán de Jorallo, y de tomar algunos productos volcánicos. Quando volvieron á México por la llanura de Tolna vieron el tronco del famoso Chierostemon platanoides, árbol único de esta especie en toda la N España. El es de la antigüedad mas remota, y tiene de circunferencia cerca de 6 y media varas. Subieron hasta la címa de la montaña inmediata, y la hallaron de 5532 varas sobre el mar. Su crater se ha transformado en un lago à una altura de 4380 varas del que sale un rio, cuyas aguas se hállan a la temperatura de 9 grados del Termómetro centigrado. Los trabajos de Humboldt y de sus compañeros comenzaban à acercarse à su fin. En el mes de Enero y de Febrero de 1804, llevaron sus excurciones hasta el Nevado (Montaña de Nieve) cuya címa está 5733 varas sobre el mar. De aquí pasaron á Cholula, Ciudad situada al pie de su famosa piràmide: de Cholula à la llanura de Tetimpa en donde se aseguraron que el crater de la montaña que huméa está à 6473 varas de altura. Llegaron à Xalapa en un clima delicioso, y en una situacion verdaderamente romansesca. Cerca de esta Ciudad se eleva à 6349 varas sobre el mar el pico de Orizaba, llamado en México montana de la estrella, por que las llamas que se escapan de su címa parecen una estrella en el horizonte. De aquí partieron para Vera-Cruz, y se embarcaron para Havana. En Julio se dieron à la vela para Filadelfia. Aquí permanecieron algun tiempo, y atravesando el Atlántico, llegaron sanos y salvos à Francia, despues de seis años llenos de los trabajos mas útiles, y mas satisfactorios; pero señalados con las fatigas, con los peligros y con las inquietudes. Esta relacion antisipada è imperfecta de la de Humboldt se ha formado con el designio de hacer mas inteligibles los resultados de estos viages memorables. He aquí los mas generales sacados de sus obras. 1. El continente de América defiere notablemente en su aspecto general del continente antiguo. Sus rios magestuosos y sus cortes naturales parese que le destinan à ser el teatro del comercio del Universo. Tal vez vendrá un dia en que este pais cubierto de una poblacion industriosa y activa se mejore con el poder creador de las artes y que abra la comunicacion entre los Océanos Pacífico y Atlàntico. Humboldt indica nueve puntos, por donde se puede tentar esta reunion con esperanza de un suceso felíz . Pero¿ quien creerá que una comunicacion tan importante ha sido ya executada, en pequeño en 1788, por simple religioso, Cura de la Ciudad de Nóvita? Este hombre inteligente y activo hizo abrir por las manos de sus feligreses un pequeño canal en el torrente de Rapadura, que une al rio de S. Juan con el de Quito, que es un ramo del Atrrato? Canoas llenas de Cacao, en el tiempo de las lluvias, han atravesado el continente americano, y pasado de un mar à otro recorriendo 250 millas. Vease lo que hemos dicho en el N. 2. del Semanario para 1808, pag. 13 sobre este punto interesante. Sentimos ignorar el nombre de este Religioso para presentarlo al reconocimiento no solo del Reyno, sinó de toda la América. 2. ° Humboldt ha rectificado por las operaciones mas exâtas, los errores cometidos en la posicion geogràfica de la mayor parte de los pantos del N. Mundo. 3. ° La alta cadena de los Andes, que corre à lo largo de la costa Occidental de la América, se extiende á uno y otro lado del Equador hasta el trigésimo grado de latitud Es de altura desigual: unas veces se abate à 220 varas sobre el mar, otras se lanza en las nuves á una distancia de cerca de 4 millas. El colósal Chimborazo levanta su frente cubierta de nieve à una elevacion que iguala a la del Pic de Teyde colocado sobre el Etna. El grueso de esta cadena es de 20 leguas en Quito, y de 50, ò 60 en México, y en otras partes del Perú. Esta cadena prodigiosa está cortada con hendiduras de una profundidad espantosa. Pero al Norte del istmo de Panamá se suavisa por grados y forma la llanura elevada de México. En las dos primeras (Perú, y N. Granada) grados y forma la llanura elevada de México. En las dos primeras (Perú, y N. Granada) los habitantes se ven obligados à viajar à pié, à caballo, y aun à espaldas de los Indios, quando la N. España se puede atravesar por todos sus puntos en ruedas, y transportarse así de la Capital de ese Imperio hasta Santafé en un camino de 1500 millas, ò de 500 leguas. Creemos que Peltier extracta mal à Humboldt sobre la extencion de los Andes à uno y à otro lado del Equador. No podemos persuadirnos que Humboldt haya incurrido en un error tan grocero. Es un hecho, fuera de toda duda, que la Cadena de los Andes comienza en el cabo de Hornos por los 55 grados de latitud austral, que paralela à las Costas del Pacífico atraviesa de Norte á Sur la Patagonia, Chile, Perú, Quito, que cerca de Popayan se ramifica y arroja un ramo al Nordeste, que pasa por Santafé, Mérida, y va à terminar hàcia Caracas; que el mas occidental divide el Chocó del Valle de Cauca, que atraviesa el istmo de Panamà, recore las provincias de Veraguas, Costarrica Nicaragua, Guatemala, Guaxaca, México, N. México, y que se pierde en los países incultos y bárbaros del Norte de la Amèrica. Si Peltier dixera que por el Sur se extiende hasta los 55 grados y por el Norte hasta los 72 de latitud se habría acercado á la verdad. No es Santafé de Bogotà, sino Santatafé del N. México, situada à 36 grados 30 minutos de latitud boreal. 4. Lo que debe embarazar à los géologos es el hecho singular, notado por Humboldt, de que las formaciones secundarias en el N. Mundo tienen un grueso y una elevacion prodigiosa. En las cercanias de Santafé se hallan capas de carbon à 3091 varas sobre el mar, y las del Huanuco en el Perú están à 5352 varas de altura. Los fosiles que en el antiguo continente no han sido hallados sinó à una elevacion como la de los Pirineos, es decir, à 4270 varas, se encuentran en el Perú à 4669, varas, y aun à 5144, mas altos que el nivel del mar. El basalto de Pichincha , cerca de Quito, se halla à una elevación de 5648 varas, quando la mayor elevacion à que se halla en el antiguo mundo es de 1542 varas. Por otra parte el granito, que en Europa corona las montañas mas altas, no se halla en el continente americano sinó à 4197 varas. Las címas glaciales de Chimborazo, de Cayambe, y de Antisana estàn enteramente compuestas de pórfido, que en los flancos de los Andes, forma una maza de 3600 à 3800 varas. La enorme maza de quarzo que está al Occidente de Caxamarca tiene 3327 varas de altura perpendicular . 5. Los Andes centrales son inmensamente ricos en metales de toda especie, á excepcion del plomo. Uno de los mas curiosos es el Pacor, que es un compuesto de arcilla, de oxîdo de hierro y de muriate de plata. Las minas de México y del Perú, lejos de agotarse, ofrecen mayores productos baxo la influencia de un sistema liberal, y perfecto. La naturaleza ha reunido aquí los tesoros con los gérmenes mas activos de destruccion. Toda la cadena de los Andes está sujeta à terribles terremotos. Desde Cotopaxî hasta la mar del Sur exîsten 40 Volcanes que arden sin intermicion . Los mas baxos arrojan lava, otros muriate de amoniaco, basalto y pórfido calcinados, cantidades enormes de agua, y mas que todo, Moya ó arcilla mezclada con materias sulfurozas, y carbonadas. Nieves eternas rodean sus flancos y forman una barrera inpenetrable a los reynos animal y vegetal. En los confines la extincion de los seres vegetantes está señalada por desiertos extériles. Entre Cotopaxî y las costas del Pacífico, no exîste ningun Volcan. Seguramente Humbolt cuenta los númerosos que hay à lo largo de la Cordillera, desde el Cabo de Hornos hasta el N. México. 6 En esas vastas soledades es que fixa su triste residencia el Condor , ave de presa fuerte y valerosa. Su corpulencia se ha exâgerado demasiado. Si creemos á Humboldt, el Condor no es mayor que el Voytre de los Alpes en Europa. Su longitud es de vara y tercia, y la distancia entre las extremidades de las álas extendidas es de tres varas y diez y ocho pulgadas. El Condor persigue á los pequeños Gamos de los Andes y hace los mayores destrosos en los Corderos y Vecerros. Les arranca los ojos y la lengua, y dexa después que expire esta victima desgraciada para saciarse con sus despojos. El Condor se mantiene horas enteras posado á la altura de quatro millas. La fuerza de sus àlas debe ser prodigiosa, y grande la perfeccion de sus òrganos, pues en un instante se lanza de las mayores elevaciones sobre las costas del Océano, en donde vé su presa desde la region de las nubes. Los Indios cazan al Condor por medio de un lazo corredizo, en el mismo momento en que introduce su cuello con placer en las entrañas de un Caballo ó de una Vaca, cuyos fragmentos trasporta a los lugares mas retirados El Condor es el Vuytre de los Andes de N . R. de Granada. No fixa, como dice Humboldt, su residencia entre los extremos de la vegetacion y término inferior de la nieve. Esta ave téme el frio, y si sube à esas alturas prodigiosas es por un momento, és en las horas de calma y de cerenidad. Las cuevas que hacen en las rocas escarpadas se hallan en los lugares ardientes y templados. No las hemos visto mas arriba de 3500 varas sobre el mar. En el Reyno hay otros modos de cazar al Condor. En unas partes colocan el cadaver de un Caballo, de una Vaca &c. en las inmediaciones de un bosque en donde se ocultan cuidadosamente los cazadores, observando una quietud perfecta y el mas profundo silencio. El Condor tiene sentidos exquisitos, y la mas pequeña imprudencia frustraría los fines que se habían propuesto. A pocas horas comienzan á verse estas aves colosales dar vueltas repetidas en el ayre, y caer sobre su presa. Quando se hallan mas encarnizadas, el cazador apunta, y lanza por medio de sarbatanas dardos agudisimos empapados en Curare. Como esta arma no hace ruido solo un individuo siente el golpe y todos los terribles efectos de aquel veneno. A pocos instantes se le ve vasilar sobre sus pies, entrar en convulciones y expirar. Entre tanto los demas siguen con alegria saciando su innata voracidad, para sufrir por su turno la suerte desgraciada del primero De este modo matan quantos quieren sin exfuerzos y sin peligro. Se ha observado que el Curare obra con mayor velocidad sobre los animales carnivoros que sobre los herbívoros. Quando hace expirar al Tigre, al Lobo, al Perro en un momento, da algunas tréguas al Buey y á la Oveja. Se dice que sobre el Caballo no hace otros efectos que exîtar convulciones y promover el sudor mas copioso. Si este método es silencioso y està lleno de ardid y de traicion, el que sigue tiene aparatos, estrépito marsial y cierta franqueza generosa. El cebo se coloca en medio de una llanura despejada y limpia de toda maleza. Se dexa que los Condores coman hasta el punto de avandonar por sí mismos la presa. Esta ave es glotona hasta la voracidad, y traga quanto puede recibir la capacidad de su buche. Quando se advierte que ya se separan del cadaver à paso lento y que se ponen en quietud à digerir la gran cantidad de materia que ha engullido, entonces un gran número de cazadores se presenta sobre el campo de batalla. Los unos armados con palos, los otros con lauzas, y otros en fin á Caballo con lazos preparados, atacan por todas partes a los glotones Condores, que incapaces de elevarse à los ayres, a penas pueden arrastrarse pesadamente sobre la tierra. Es preciso no perder un solo momento y obrar con la mayor velosidad, por que el Condor asi que se ve atacado, introduce en su garganta una de sus garras, exîta el vómito, se descarga de un peso que le lleva a la muerte, se eleva y salva la vida. De este modo se hacen sobre los Condores carnicerias tan terribles, como las que ellos exetan sobre la Oveja, sobre el Vecerro, y sobre la Cabra de los Andes. El cazador solo aprobecha la pluma y alguna carne. Se cree casi generalmente en el Reyno que la carne del Condor es un excelente remedio para la pluresia, ò dolor de costado, principalmente para extinguir esta enfermedad en aquellos que tienen una triste propencion à ella, y que de quando en quando se ven en las orillas del sepulcro. Pero el objeto principal de estas carnicerías es disminuir el número de estos enemigos poderosos de los rebaños. 7. Lo que mas distingue al continente americano es la prodigiosa elevacion del terreno. En Europa las altas porciones de terreno cultivado apenas se elevan à 730 varas sobre el mar, quando en el Perú hay explanadas à 3052 varas y las tres quintas partes del Reyno de México, conrando con las provincias interiores solamente, presentan una superficie à 2190 à 2920 varas de elevacion comun. Estas alturas igualan à los pasos célebres del Monte-Cenizo, de S. Gotard ò del gran San Bernardo. Humboldt ha adoptado un médio muy ingenioso, è infininitamente superior à toda descripcion, para mostrar baxo de un punto de vista todos los resultados de sus observaciones topográficas y mineralógicas. El presenta perfiles ò cortes verticales de todos los paises que ha visitado tales como los de Acapulco à México, de México à Vera-Cruz, de México à Guanaxuato y Volcan de Jorallo, y en fin de Mèxico à Valladolid. La explanada de Santafé está à 3 200 varas sobre el mar: el Valle en que estan las Ciudades de Quito y de Riobamba à 3800 y el gran plano sobre que están los 21 pueblos de la Provincia de los Pastos, à 3400 varas, todos cultivados y fértiles en granos, raices y hortalizas, así de Europa como de América. 8. ... Los cultivadores de la N. España distinguen la parte cultivada del pais en tres zonas. 1. Los terrenos càlidos, que no pasan de 360 varas de varas de altura, y que producen Añil, Azucar, Algodon, Plátano, y Bananas (Batatas) en abundancia. Los terrenos templados, que estan sobre las faldas de la gran cadena, y que à una altura de 1800 varas gozan de una eterna primavera, no variando jamás el Termómetro mas allá de 10 grados. 3. Los terrenos fríos, que à una altura de 2900 varas comprenden las llanuras elevadas, ò las plataformas, tales como áquella en que está México, y cuya temperatura varía entre 17 y 24 del Termómetro centígrado. El N. Reyno de Granada se hace la misma distinción de zonas y de temperaturas que las que hace el Mexicano. 9 En la Zona Tórrida el firmamento es de un azul mas solido. Las noches son resplandecientes y la bóveda celeste aparece sembrada de estrellas fixas, que, como los Planetas, brillan con una luz viva y fixa. El ayre en estos clímas es tan transparente que en las montañas de Quito se puede distinguir à ojo desnudo la ropa blanca de una persona de à caballo à 17 millas de distancia. Jamas subscribirémos à este resultado de las observaciones de Humboldt. Las estrellas fixas brillan en la Zona Tórrida con una luz centelleante è inquieta como en las Zonas templadas. Basta dirigir una mirada al cielo en las noches serenas para asegurarse de esta verdad. Mil veces ha sido esta materia objeto de nuestras observaciones. En Lalande habiamos leido que exísten paises en que el centelleo de las fixas es malo, y que en Bagdad no pasa de los 45 grados de altura sobre el horizonte. Yo he hallado en Quito, en Cuenca, Loxa, Popayan, Santafé, en las altas explanadas de los Pastos, y Malvasà, en los valles ardientes del Cauca y Magdalena que el centelleo de las estrellas es vivo en las cercanias del horizonte, que disminuye en razon de la altura, y que es poco sensible, aunque exîste, en el zenit. Aquí, no termina como en Bagdad, à los 45° de altura. Las freqüentes ocasiones de observar à el Sol, y à Júpiter, que nos presenta nuestra profesion, nos ha hecho notar que los Planetas mismos centellean de un modo particular. En aquellos dias en que la atmósfera se presenta limpia de toda nube, y que el Sol brilla con toda su fuerza, se vee su disco, no terminado por una linea circular, sino por una linea tortuosa, que ondea con la mayor velocidad. Este efecto de los vapores que se levantan es un obstáculo á la precision de las observaciones. El disminuye, como el centelleo de las estrellas, en razon de la altura; pero hay dias en que es bien sensible en el zenit mismo. En Júpiter es tan fuerte, en ocasiones, que le hace perder y recobrar su figura circular à cada instante y fastidia en las observaciones de los Satélites. El mismo fenómeno se observa en Venus, Luna, y en todos los Planetas. De este modo se puede decir: que en la Zona Tórrida no solo centelléan las estrellas, sinó que ondea el limbo de todos los Planetas. 10 Se hallan en América Meridional llanuras de una extencion inmensa. Los Llanos ó Savánas que se encuentran en las orillas del Orinoco, vistas à distancia, se asemejan à la superficie tranquila del Oceano cubiertas de una capa ligera de tierra que humedece el rosío, ò que inundan las lluvias periódicas, aunque sin árboles y sin fuentes producen en abundancia una yerba alta y esponjosa que alimenta tropas inmensas de animales que desde el tiempo de la conquista de América, se han reducido al estado salvaje, y que viven en una entera independencia y libertad. Las Pampas de Buenos-Ayres son de la misma especie y tienen mas extension. Entre la yerba espesa viven manadas de Perros, que han recebrado tambien el estado de libertad, en cuevas de donde se lanzan contra el viagero fatigado. Aquí, baxo de estos climas afortunados y dichosos, es que la Naturaleza ha multiplicado las producciones vegetales con tanta variedad como explendor. Aquí reyna una primavera eterna, y los frutos se succeden sin interrupcion sobre àrboles siempre verdes. Nada iguala à la belleza y magnitud de los bosques de la Zona Tórrida Estos se extienden à una distancia de 1550 millas, sin ninguna otra interrupcion que la de las aguas de los rios, desde las orillas del Orinoco hasta las del Amazonas. 11. Las regiones elevadas de la América, sujetas a todos los grados de temperatura posibles, concentran todas las diversas especies de vegetales. Desde las costas del Atlántico hasta la cima de los Andes todas las diferentes especies de plantas estan colocadas unas en pos de otras, en una succesion regular, y cada especie ocupa su destino separado. La Vid tiene un espacio estrecho hacia el Norte en una latitud de 30 grados. Los Castaños crecen baxo del mismo paralelo. Viene despues la encina que se extiende hasta los 60 grados de latitud. En esta zona templada es que se cultiva el Trigo y la Cevada. La Avena penetra á un clima mas frio; pero rara vez prospera mas allá de los 63 grados de latitud . Parece que Peltier en este resultado general de las observaciones de Humboldt confunde las ideas. Comienza extractando los diversos niveles a que nacen las plantas sobre los Andes, y concluye citando los exemplos tomados de la Vid, Castaño, Encina y Avena, no con relacion à la altura, sino à la latitud . De este modo los términos señalados à esos vegetales no comprueban la asercion: todas las diferentes especies de plantas están colocadas unas en pos de otras &c. Nosotros hemos dicho en varios lugares del Semanario: que en la vecindad de la Linea la latitud no tiene ningun influxo sobre la vegetacion, y que la distribucion de las plantas depende únicamente de la altura, y por consiguiente de la presion atmosférica, temperatura &c. Esta es una verdad tan notoria que basta tener ojos para percibirla. No ignoramos que algunos de nuestros literatos tienen dudas; pero nos proponemos aclarar este punto interesante en una Memoria que tiene por título: Nivelacion de las plantas de la vecindad del Equador. Los rios y los lagos de las Provincias baxas de Venezuela y de Caracas están llenos de Anguilas eléctricas llamadas por los Españoles Tembladores, y Anguilas que tiemblan por los colonos franceses de Guayana. Estas Anguilas tienen la facultad asombrosa de atacar à su enemigo, ò à su presa por una descarga eléctrica. Se las encuentra tambien en los lagos pequeños que se ven dispersos sobre las vastas llanuras que se extienden desde el Orinoco hasta el Apure. El antiguo camino de Uriticá se abandonó por el peligro que se corría al atravesar estas aguas estancadas. Era freqüente ver à las Mulas de transporte heridas de una concusion invisible, paralisarse y perecer. Los mismos pescadores reciben golpes eléctricos sirviendoles de conductor la vara de que depende el anzuelo. Las Anguilas eléctricas tienen por lo ordinario dos varas y una tercia de longitud. Se ha descrito con cuidado la estructura de su sistema nervioso; pero todo lo que se ha dicho sobre los receptáculos celulares es puramente imaginario. La sensacion que exîtan las Anguilas es extremadamente dolorosa y las entorpece las partes afectas. Se asemeja mas bien a un golpe violento en la cabeza que á la conmocion que se produce el fluido eléctrico ordinario. Los Indios temen tanto à las Anguilas y manifiestan tal repugnancia, que Humboldt tuvo la mayor dificultad para conseguirlas, y executar sus experiencias. Muchos dias permaneció cerca del Apure en la Mision del Calabozo, con objeto de conseguir algunas; pero sabiendo que las habia en las inmediaciones en gran número, resolvió pasar à los mismos lugares en que habitan estas Anguilas. Nuestros viageros presenciaron entonces un espectáculo tan extraordinario como nuevo. Cerca de 30 Mulas y Caballos recogidos con velocidad en las savanas vecinas, en donde viven en un estado cási silvestre, y en tanta abundancia que cada uno de estos animales no vale mas que de 11 à 12 reales de nuestra moneda, quando llega à conocerse el propietario. Los Indios exîtandolos por todas partes, los obligaron à arrojarse en el agua, impidiendo su retirada con harpones clavados en las extremidades de largas Guaduas, y dando gritos terribles. Las Anguilas (Gymnoti), despertadas con este tumulto y con este ruido, suben de repente á la superficie del agua nadando como otras tantas serpientes lìvidas, atacan à los Caballos y à las Mulas, y deslisandose baxo del vientre de aquellos, les comunican las mas violentas conmociones. Los Caballos horrorizados, agonizantes, con la crin herizada, los ojos saltados, por los dolores violentos que sufrían, hacen vanos esfuerzos para escapar. En menos de cinco minutos 2 de ellos sobrenadan, y se ahogan. La victoria parece que se declara por las Anguillas eléctricas; pero su actividad comienza à debilitarse. Fatigadas por los esfuerzos repetidos de su nerviosa energía, lanzan ya con menos freqüencia y con menor efecto el fluido eléctrico. Los Caballos que habian sobrevivido à este combate, recobraron poco à poco sus fuerzas, y en un quarto de hora las Anguilas se retiraron en tal estado de debilidad y agotamiento que se las podia conducir a la orilla por médio de harpones atados à cordeles. 13. Las observaciones de Humboldt dan mucha luz sobre la constitucion y hábitos de los naturales del pais. Los Indios de las regiones templadas de la N . España son en general de un color mas subido que los que habitan un clima mas ardiente. Esta raza sin vigor y sobre todo los Mexicanos encorvados baxo de una larga opresion parecen inferiores en sus qualidades morales è intelectuales al Africano mismo. La misma apatía de caracter parece pertenecer à los individuos que habitan estas regiones ardientes, en donde el hombre halla sin trabajo quanto necesita para satisfacer sus necesidades. Aunque el capricho lo arrastre alguna vez, el cebo de la ganancia no basta para sacarlos de su pereza habitual. Quando nuestros Viageros visitaron la Havana vieron la Palma Real cubierta de flores mas blancas que la nieve, y desearon vivamente reconocer su floracion. Para esto, ofrecieron à los negros de las cercanias 2 pesos fuertes por cada ramo cubierto de flores, que podian tomar con la mayor facilidad; pero ninguno se atrevió a dar un paso. La degradacion del Indio hasta el punto en que la vemos es obra del Gobierno opresor que nos ha embrutecido por el espacio de tres siglos consecutivos. El Indio era hombre en México, en el Perú, y en la Cundinamarca: tenia artes, edificios, leyes, vivia en sociedad, conocia el arte de la guerra, y conocian tambien su dignidad. Hoy embrutecido no sabe sino temer à sus tiranos y satisfacer groseramente las mas urgentes necesidades de la vida. Estas escenas vergonzosas para la humanidad se han repetido muchas veces. El Pueblo que produxo a Platon, Archímedes, à Demóstenes y à Homero no puede presentar hoy sino estúpidos y esclavos baxo la opresion del Turco. Es necesasario descender un espacio infinito para llegar desde los héroes de Marathon y Salamina à los imbeciles y voluptuosos Baxaes. El Indio de México, del Perú y de Cundinamarca todavia à médio civilizar pasó ràpidamente à la opresion que ha sufrido por tres siglos ¿Que hay que admirar si lo hallamos mas estúpido que el Africano? El génio es como el Elefante, no produce en la esclavitud. Quiera el Cielo mejorar la suerte desgraciada del Indio baxo de la libertad que nos ha ayudado á conquistar. Quiera el Cielo que se mejore la parte física, intelectual y moral de esta raza envilecida y degradada. Quiera el Cielo que nosotros mismos nos ilustremos, y que con buenos establecimientos, con un buen Plan de Educacion, con un amor indefenso al estudio venguemos 300 años de tinieblas y de ignorancia. Sin Educacion física no hay constituciones robustas, ni energia en las razas diferentes que componen el estado. Sin Educacion literaria no hay Políticos que nos ilustren, no hay Magistrados que administren la Justicia a los pueblos, no hay Marinos que hagan respetar nuestro pabellon, no hay Matemáticos, Astrónomos, Geografos, Químicos, Físicos, Botanicos.... que lleven a todas partes la antorcha del càlculo y de la observacion; no hay tampoco prosperidad ni gloria. Sin Educacion moral, no hay costumbres, y sin costumbres no hay leyes ¿Quid leges sine moribus? La moral, dice un Político, es la ley fundamental de los estados. Con ella se elevan y prosperan: sin ella se corrompen y perecen sin recurso. La inmoralidad y la injusticia es el azote de los que mandan y la ruina de los que obedecen. Yo termino es ta nota haciendo al Ser Supremo los mismos votos que hizo un filósofo en su testamento (p). Suplico, dice, á la Divina Providencia que oyga la súplica que voy a hacer para la felicidad de mi pais. Que las santas máxîmas del Evangelio sean generalmente observadas, por que ellas solas pueden hacer la felicidad de la Sociedad. En las vastas regiones de la América se hallan varias tribus errantes, de caracter y aspecto bien opuestos. Viven en un estado de degradacion brutal, y en una independencia feroz. En las orillas del Meta y del Orinoco viven los Otomacos, raza abominable, que con una disposicion à la grosura, ofrecen todos los rasgos groseros y bien caracterizados de los Tártaros. La mayor parte del año viven de pescado que matan con dardos en los rios. En la estacion de las lluvias y quando los rios inundan las llanuras estos salvages se alimentan con una especie de tierra grasa y untuosa, que no es otra cosa que una mezcla de arcilla y de oxîdo de hierro. Los Otomacos la recogen con cuidado y la distinguen al gusto. Forman bolas de 4 à 5 pulgadas de diametro, las que cocen lentamente. Se halla gran cantidad de ellas en sus chosas. Estas bolas se deslien en agua antes de hacer uso, y cada individuo se come cerca de una libra diaria. Lo unico que suelen añadir à este alimento extraordinario es algun pescado, lagartos ó raices desecadas. La gran cantidad de tierra que consumen los Otomacos y la ánsia con que la comen, parece probar, por increíble que parezca, que hace un efecto bien diferente de el de relaxar el estómago, y que el poder de la digestion asimila à la substancia animal las partes menos groseras. A medida que el estío se avanza las llanuras baxas de América comienzan a desecarse por medio de un calor executivo. Las yerbas se secan hasta la raiz, y el suelo se endurece con el calor. Los animales envueltos durante el dia, en nubes de polvo, huyen devorados por la sed. El Mulo mejor guiado por su instinto, descubre con sus pies las raices de Zandía y chupa una bebida que lo refresca. Bien pronto se oyen los gritos penetrantes de los Monos mas grandes anunciar la cercanía de las lluvias. Entonces torrentes de agua inundan las llanuras. El Cocodrilo (Cayman), y el Buio (tambien Boa), largo tiempo entorpecidos bajo del cieno, levantan sus horribles cabezas y dexan sus sepulcros con un ruido formidable. Bien pronto los rios salen de la madre, é inundan el terreno. Una capa de agua de poca profundidad cubre la superficie de todo el Delta del Orinoco. En médio de estas escenas aquaticas vive en paz y en libertad la nacion Guarana que habita sobre la copa de la palma llamada Maricia que tiene las ojas en forma de abanico. Esta Nacion hace sus hamacas de las fibras de aquella palma, y las reviste de tierra arcillosa. Sobre estos frágiles pavimentos es que las mugeres hacen fuego y cocen sus alimentos. La palma à la que está suspendida cada familia, le suministra todos los alimentos El meollo de la Maricia, que se parece al Sagú, está en forma de panales, y sus frutos escamosos les presentan un alimento sano y agradable en todos los grados de sazon y de incremento. El vino de la palma es una bebida fresca y produce aquel estado de embriaguez que constituye la felicidad suprema del salvage. Moreau. Principes de morale politique. De la Harpe: en el fin de su testamento. Si los miembros de esta Republica aérea gozan de un reposo inalterable, no es así entre las demas tribus salvages de esta parte de la América. Estos, agitados por las pasiones mas abominables siempre están prontos a bañarse en la sangre de sus semejantes. Estos desgraciados no se complacen sino con el homicidio y con el robo. Quando una tribu mas débil se atreve à atravesar las llanuras del Orinoco, sus individuos toman la precaucion de borrar las huellas para no ser sorprehendidos y asesinados. Las producciones del pais parece que favorecen à las inclinaciones feroces de los salvages. Aquí se hallan los venenos mas activos baxo de un clima abrasador. Los dardos y las flechas que estàn empapados en él llevan à todas partes una muerte inevitable. Quando estas armas faltan à los salvages, su industria feroz halla médios de suplirlas. El terrible Otomaco tiene la costumbre de empapar la uña del pulgar en Curare, veneno activo, y que se extrae de una especie de Phillanthus. La mas pequeña laceracion hecha con esta uña produce la muerte sin remedio. El vordadero salvage es un animal friamente cruel, taymado, sospechoso y astuto. Los hombres no son generosos sino a proporcion que se civilizan. FIN.