INTRODUCCION A LA PASIGRAFIA GEOLOGICA DEL SENNOR BARON DE HUMBOLDT. LA estratificacion de las laxas y capas, su antigüedad relativa y su identidad en paises distantes, son hoy dia los principales objetos de la Geognosia, que se ha empezado a estudiar con formalidad desde 1789, o poco antes. Ya observo Lehmann a mitad del siglo 18 que las capas de Turinge alternaban siguiendo una ley constante: ya entonces se distinguieron dos yesos, uno mas antiguo que otro, y que solo aquel tenia manantiales salados; y el grande interes que ofrecia esta indagacion hizo abrir los ojos sobre un fenomeno que se creia local o peculiar de la Saxonia. Whitehurst observo en la provincia de Darbi lo mismo que Lehmann en Turinge. Ferber noto que el granito, el gneis y la pizarra alternaban conforme a epocas determinadas, insistiendo mucho en esta ley que otros geognostas habian sospechado antes, aunque la palabra granito no se pronuncio hasta el principio del siglo 18, pues Agricola lo llamo constantemente sienita. Baltasar Rosler tuvo algunas ideas de la identidad del echado de las laxas y capas en paises remotos, cuyas leyes creo haber demostrado con muchas observaciones que he hecho en los dos hemisferios desde 1793. Dice claramente que la pizarra esta siempre inclinada al oeste, (debiendo decir al norueste,) desde Turinge hasta la Boqueta de Genova, y en toda la costa de la Nueva Andalucia, de Caracas y los Andes de Quindiu. A pesar de esto siempre se puede afirmar que la escuela de Werner es la que ha fixado los principios de la Geognosia tomando por bases firmes el rumbo, el echado, y la identidad de las laxas y capas, y que llegara a ser ciencia experimental, quando nos dediquemos a observar los hechos mas que a discurrir sobre sus causas. Para que el Publico tome mas parte en estas bases de la Geologia actual, me ha parecido oportuno inventar signos, con los quales se puedan formar planos geognosticos, que indiquen pasigraficamente o a primera vista todo lo que el geognosta desea saber. Por muy claro que sea qualquier discurso geognostico, como por exemplo los de Freiesleben, Esmark, Escher y Buch, despues de su lectura se acordara con trabajo el observador mas diestro de la serie de las formaciones de tal o tal cadena de montannas, como la caliza alpina envuelve unas veces al yeso antiguo, y otras le sirve de base, como la misma roca verde descansa en unas partes sobre porfido y en otras sobre la arenisca mas nueva, como una laxa o capa, que se habia ocultado mucho tiempo debaxo de otras, se presenta de nuevo a la vista y llega a ser la dominante. Mis planos pasigraficos muestran al geognosta las rocas que son dominantes o subordinadas, su rumbo y echado segun es su estratificacion regular o irregular, su sobreposicion efecto de su antigüedad, su grueso, la mayor y menor altura a que se hallan, y la elevacion absoluta de las montannas y valles que forman, su division en pilares, en bolas concentricas y en chapas &c. Me lisongeo que la Geognosia hara progresos rapidos, quando se formen por este plan colecciones de cartas geologicas. ?Que analogias geognosticas, que leyes de estratificacion no se descubriran recorriendo un Atlas de esta especie? Leanse las mejores descripciones sobre la cordillera de los Andes, la de los Alpes de la Suiza, del Caucaso y de la cadena de trap sumergida en la mar del Sur, jamas ocurriran las ideas que se suscitan viendo las cartas geologicas: Segnius irritant animos demissa per aurem, Quam quae sunt oculis subjecta fidelibus. Los progresos del conocimiento del globo se deben a la perfeccion de las cartas, y el unico medio de que progresase mas la Geognosia seria perfeccionar y generalizar los modelos del general Pfeiffer, muy costosos a la verdad, pero que indicando el rumbo y la naturaleza de las rocas, presentan como un pequenno mundo, que reune quanto pueden desear el mineralogista, el fisico y el que se ocupe en la geografia de las plantas. La idea de cartas mineralogicas no es nueva: se han distinguido con colores las diversas rocas, como se ve en las de Charpentier, Lasius y Beroldingen, el qual invierte el orden natural haciendo vomitar llamas a las cumbres pacificas de basalto del Ducado de dos Puentes. Mas yo me atrevo a decir que semejantes cartas excitan ideas falsas, lejos de indicar la estratificacion, el rumbo, el grueso y la continuacion de las laxas y capas. No son mas que proyecciones horizontales y ortograficas que ensennan lo que menos importa a la Geognosia, como es la casualidad de que aqui o alli asomen a la superficie la arenisca, el yeso o la caliza, efecto de las alteraciones que han mudado el exterior y destruido las rocas mas nuevas; pero nada ensennan de la construccion del globo, que es el principal objeto de la ciencia. La proyeccion mas instructiva para la Geognosia es la vertical: a principios de 1795 me puse a figurar paises enteros, como se representa una mina; pero Mr. Escher publico por Agosto del mismo anno en el Diario de mineros de Freyberg un disenno, que se funda en ideas analogas, aunque sin signos geognosticos y sin medidas: hablo de una pequenna carta que acompanna a la descripcion de su viage por la Suiza, la qual esta llena de ideas verdaderamente geognosticas. No hago mucho uso de colores que se confundirian, porque hay diez y ocho objetos que distinguir, y exeigen que se iluminen las cartas despues de grabadas, y necesitan mucha luz y buenos ojos para distinguir sus gradaciones, sino que he buscado signos que se impriman facilmente en la memoria por alguna relacion con los objetos representados. Las rocas del trap tienen siempre un color obscuro entre verde y negro; la arenisca es amarillenta, roxiza u agrisada; la serpentina siempre verde o verdinegra; pero ?quantas formaciones pasan por todos los grados, y quantas ideas falsas se suscitarian si nos empennasemos en fixar los colores? Al cabo no tendriamos mas que signos arbitrarios. Y asi uso solamente tres colores para reunir las rocas de una misma clase baxo un punto de vista. Pintare de verdinegro las formaciones del trap, de blanco amarillento las rocas secundarias, y de roxo las primitivas, con lo qual se distinguira a primera vista que clase es la que mas abunda en un pais, u en otro. Fundandose en medidas mis dibuxos, se me ha ofrecido una grande dificultad. Al formar el perfil de un vasto pais como toda la nueva Espanna, o el Peru, en el que quiero indicar la altura del suelo, la naturaleza de las rocas, los limites de la nieve y de la vegetacion, y lo demas que interesa al fisico, quien para ver bien debe abrazarlo todo, pues todo esta en relacion intima como causa y efecto, pongo las distancias en leguas como abscisas, y las alturas como ordenadas, y me resulta una curva que expresa la superficie local del globo, cuya naturaleza influye tanto en el clima y en las producciones, en lo fisico y aun en lo moral de los habitantes. Si el pais representado es de mucha extension, la escala de distancia no dexa distinguir objetos de 200 o 300 toesas (un decimo de legua) de largo, pues para esto seria menester alargar la figura, faltando a un tiempo al buen gusto y a la claridad, que consiste en producir rapidamente en el espectador un cumulo de ideas, que solo adquiere por grados el viagero. Tanto interesa al geognosta una capa de yeso de quatro toesas de grueso, que le indica haber las dos formaciones en aquel parage, como otra caliza de 1000 toesas de grueso, qual exeiste en los Andes. ?Como pues se han de expresar tan pequennas formaciones en una carta o perfil geognostico hecho con escalas de altura y de distancia? Esta dificultad, y otras muchas que se encuentran al formar y dibuxar las cartas, me han obligado a hacerlas de dos especies, una que represente las formaciones con signos pasigraficos sin escalas de altura ni de distancia, y otra que figure la elevacion relativa del suelo, qual exeiste en la naturaleza y con escalas exactas: a la primera llamo carta de formaciones o de la naturaleza de las rocas, y a la segunda carta de alturas o de las desigualdades del suelo. CARTAS DE ALTURAS JAMAS se hacen las medidas en una sola recta, sobre todo en la America, en que la naturaleza del terreno lo imposibilita: de aqui resultara la que yo llamo proyeccion sobre muchos planos reunidos en uno solo, y las distancias de la carta seran las verdaderas distancias itinerarias. Si fuere el camino bastante derecho, como por exemplo, si el rumbo general fuere primero de sudsudueste a nornordeste, y despues del oeste al este, como en el de Acapulco a Veracruz por Mexico, es mejor figurarse dos planos unidos, y sennalar sus distancias por el ayre por la diferencia de longitudes y latitudes observadas. Entonces se daran dos aguas o colores diversos a las dos proyecciones, como lo he hecho en el perfil de Nueva Espanna, y se expresara abaxo la naturaleza y direccion de la proyeccion. Otra proyeccion de que uso a veces es aquella en que el plano en que se representa no es paralelo al rumbo de la cordillera; por exemplo, para expresar la cordillera de los Andes desde el Cabo de Hornos hasta los Colosos septentrionales de Elias se puede figurar el plano en la direccion de un meridiano en la Mar del Sur al occidente de las costas de America. Entonces las distancias seran las diferencias de latitudes de las cimas que se representan, y dos parages que tengan mucha diferencia en sus longitudes y poca en sus latitudes, estaran proxeimos uno a otro en las cartas de esta especie. Nada annadire sobre las proyecciones analogas que siguen la direccion de un paralelo, quando las cordilleras casi van del este al oeste, de suerte que las distancias que muestra la proyeccion son las diferencias de longitudes. El valle de Quito esta situado entre dos cadenas altas de los Andes, y ciertamente son curiosas las relaciones de sus alturas respectivas, sus volcanes y otras para cuya expresion imagino el plan de proyeccion transparente, y puesto entre las dos cordilleras, y formo las proyecciones de los dos lados. Qualquiera sobre Mulalo vera en las nubes las altas cimas de Ilinisa y de Cotopaxei, siendo asi que el primero pertenece a la cadena occidental y el segundo a la oriental. Distinguiendolos con colores diversos, se vera que el fuego volcanico se ha abierto paso unas veces por una cordillera y otras por otra. La eleccion de las proyecciones ha de ser segun la naturaleza de los objetos que se quieran representar, y no pudiendo determinarse por medidas todos los puntos de la superficie del terreno, es menester suplir con combinaciones fundadas en la temperatura y vegetacion, e imitar en quanto el espacio lo permita la fisionomia de las montannas, determinandolas por angulos tomados con el sextante. Por fortuna he tenido rara vez que apelar a estas combinaciones, pues mis cartas aun las mas pequennas se fundan en muchas medidas tanto barometricas como geometricas. Otra dificaltad de las cartas de alturas es la proporcion que se debe guardar entre las escalas de altura y de distancia. Es ocioso que me detenga en probar la imposibilidad de hacer servir la misma escala para las dos cosas, excepto quando las cartas hayan de expresar solo pequennos paises, como la que he formado del volcan de Xorullo, cono que salio de tierra en una noche, y que prueba una de las mas memorables catastrofes que han despedazado el globo. Pero la carta de alturas debe representar terrenos de 50 a 60 leguas, y se deben distinguir a lo menos alturas de 20 a 50 toesas. La mas alta cumbre del universo el Chimborazo no tiene mucho mas de una legua nautica de altura; pero ?de que tamanno no saldria la carta si se igualasen las escalas? Tampoco ofreceria mucha utilidad semejante igualdad, importando mas las alturas que las distancias, para las quales sirven las cartas geograficas comunes. Mas aun adoptando dos escalas, es menester disponer bien su proporcion respectiva, pues si se agranda la de las alturas para indicar las mas pequennas diferencias de nivel, todas las montannas pareceran demasiado tajadas. Si por el contrario se achica la de las alturas y se aumenta la de distancias, los declives se suavizan, pero tambien la diferencia de nivel se hace menos sensible, el plan se alarga y parece enano, y el ojo no percibe bien todo el conjunto. Hay un cierto medio que desde luego encontrara el que este versado en el dibuxo, y en caso de que la carta peque por un extremo, vale mas que sea representando los declives muy asperos. Quando mas embaraza esta dificultad es quando un mismo dibuxo ha de representar el nivel del mar, valles de 1000 a 1200 toesas de profundidad, y cimas nevadas de 2800 toesas de altura, pues teniendo estos colosos generalmente 4 a 5 leguas de base, si se quiere expresarla, forman en la carta la figura mas ridicula. Para evitar esto he imaginado dibuxarlos cubiertos de nieve descubriendo solo su cumbre, porque en efecto asi se presentan lo mas del tiempo en los Andes. La dificultad de las escalas se disminuiria en parte dando por base al disenno un plan horizontal, que pasase por el punto mas baxo de las desigualdades, como por exemplo si se reduxese el perfil del terreno de Mexico hasta Guanaxuato al plan de Salamanca, entonces solo habria que representar 500 u 600 toesas de altura; y asi la escala perpendicular pudiera ser mayor, quedando los declives mas suaves y menos disformes. Sin embargo yo prefiero reducir todos mis planos al nivel del mar, pues en la carta que representase el terreno de Mexico a Durango, reducida al plan de Salamanca, saldrian tan pequennas las desigualdades del suelo, que parecerian los llanos proxeimos al oceano. Tampoco se indicaria el fenomeno geognostico que mas importa, que es ver tan grandes llanuras a 1000 y 1200 toesas de altura, y el espectador se engannaria con el dibuxo, como se enganna el viajante que se olvida de lo que ha subido, quando esta en la mesa de una montanna. La escala de alturas debe tambien mostrar objetos cuya comparacion sea importante. Asi como el nivel del mar es el minimo de las alturas, sera bueno, si el espacio lo permitiere, terminar la escala con el maxeimo conocido que es la cima del Chimborazo: al que asombre la altura del Etna, sera bueno acordarle que mas cerca del equador ha amontonado la naturaleza materia que llega a casi doble altura. Al modo que se pone en los termometros el mayor frio de Paris, de Siberia &c., convendria indicar en la escala de alturas puesta al lado del dibuxo: altura de la cumbre mas alta del antiguo continente (el Monte blanco), nieve perpetua a 45° de latitud y junto al equador, conchas petrificadas halladas en los Andes &c. Aunque dixe arriba que la diferencia de formaciones era incapaz de representarse en estas cartas de alturas, podra verificarse sin embargo quando ocupe mucha extension una misma formacion, y entonces es una ventaja mas. Asi he indicado las rocas primitivas y secundarias en el perfil del Reyno de Santa Fe, que se ha grabado sin saberlo yo en los Anales de Historia natural de Madrid con poca exactitud por lo tocante a las medidas: acaso paso a Europa alguna mala copia de algun borrador mio confuso. CARTAS DE FORMACIONES ARRIBA insinue que habia procurado idear signos que recordasen prontamente el objeto expresado, y establecer la misma analogia entre ellos que entre las rocas. Y asi mi signo del granito es semejante al de la sienita: el porfidopizarra tiene las manchas del porfido, los pilares de la formacion del trap, y la estructura de la pizarra. La roca verde, que quando es primitiva pasa a veces a sienita y a hornblenda apizarrada, tiene los pilares imperfectos del basalto, los puntos de la piel del tigre (o sea atigrados) de la sienita, y los cruceros de la hornblenda apizarrada. Rocas primitivas. El granito se ha indicado con partes granudas y no prolongadas como el gneis, el qual tiene ademas el caracter de estar constantemente en laxas. La sienita se expresa con el signo del granito, pero en laxas y con otra cosa que le falta a este, y es la hornblenda, que indican las pequennas manchas atigradas. La pizarra primitiva tiene rayas paralelas, que indican sus laminas, inclinadas de 50° a 70°, como lo estan generalmente sus laxas. El signo de la micapizarra es analogo al de la pizarra, pero las laminas estan ondeadas, y se distingue ademas otra substancia mezclada en nudos, que es el quarzo embutido entre las hojas de la mica. La caliza primitiva blanca, sencilla, se halla dividida en laxas gruesas con un poco de mica las mas veces, la que indican los pequennos rasgos prolongados. El porfido es una masa que envuelve cristales de feldespato, quarzo y hornblenda figurados con circulitos: no lo divido en pilares, porque este es caracter de toda la formacion del trap, y hay mas porfidos que no los tienen. La serpentina que contiene generalmente asbesto, esta expresada por venillas fibrosas o en forma de barbas de pluma. La hornblenda apizarrada tiene las laminas de la pizarra, a la que se parece muchas veces, con rasgos obliquos que recuerdan su caracter principal de tener doble crucero obliquangulo de hojas. Montannas de transicion y de trap. No he dado signos particulares a la pizarra ni a la caliza de transicion, porque muchas veces se duda de ellas si son o no primitivas, y no se sabria entonces que signo darles en las cartas. La vacia gris que alterna generalmente con la que esta mezclada con mica, o vacia gris apizarrada, reune los caracteres de la pizarra y de la arenisca a que pertenece todo el genero. Se han annadido circulitos mas grandes para indicar los guijarros mayores que envuelve esta formacion, y para que no parezca pizarra primitiva que alterna con arenisca: suposicion que seria imposible. Las cinco rocas de la formacion del trap llevan todas el signo comun de los pilares, pero que solo son perfectos en el basalto; por eso en las demas estan interrumpidas las raxas que los indican, como se verifica en la naturaleza. El basalto homogeneo es sencillo en su signo, y se distingue por su perfecta divisibilidad en pilares, a que tambien se puede dar sombra. La almendrilla figura cavidades irregulares. Los hexagonos de la vacia recuerdan las tablas hexagonas de mica, que son las que mas caracterizan esta roca, aunque las hay tambien en el basalto de Bilin. La roca verde muestra los pilares imperfectos comunes a toda la formacion, las manchas atigradas de la sienita, y los cruceros de la hornblenda apizarrada, y asi recuerda las rocas con que tiene analogia: igualmente el porfidopizarra de Werner, tal como se ha descrito antes, reune los signos del porfido y de la pizarra primitiva. Montannas secundarias. Siguiendose la arenisca en antigüedad a la vacia gris, tiene los pequennos granos conglutinados con una masa caliza o arcillosa: el signo representa la arena, y se le dan las capas horizontales u ondeadas como a toda roca secundaria. La caliza secundaria lleva el signo de la primitiva, pero sin los rasgos que indicaban la mica: le he annadido las amonitas expresadas con pequennas espiras para atraer a la memoria su reciente formacion. El yeso mas nuevo, que es fibroso, tiene capas ondeadas muy delgadas y rasgos perpendiculares que indican las fibras. No he dado signos particulares a la caliza alpina, ni a la del Jura, al yeso antiguo con manantiales salados, ni al mas nuevo arcilloso y fibroso, ni a las dos areniscas, una que nunca tiene cal, y otra que esta con oolita, tanto por lo que dixe hablando de las rocas de transicion, como por no sobrecargar la memoria con tantas figuras: no por ser minucioso es uno mas claro, y facil es annadir al signo de la caliza una A para expresar que es Alpina, o una J para indicar que es de la formacion del Jura; a la arenisca una a, que signifique antigua, o la que esta debaxo de la caliza alpina, o una n para significar nueva como la que tiene oolita; y al yeso igualmente otra a u otra n. Restan otros fosiles que constituyen muchas veces laxas y capas en las rocas expuestas, como la salgema que al este de los Andes forma una cordillera entre el rio Guallaga y el de las Amazonas, el quarzo y el feldespato que estan en laxas en gneis y granito, y la marga apizarrada y con carbon en capas en la caliza alpina. A estos no doy signos particulares, sino que me fixo en 18 caracteres, que me bastan para un quadro geologico, asi como expresamos todos nuestros pensamientos con las veinte y quatro letras del alfabeto. Enhorabuena que se agreguen otros quando el uso haya confirmado estos; pero hasta entonces expresare las laxas y capas subordinadas, poniendo en pequennos claros con letras comunes quarzo con titanio, mica con cianita. Con esto solo distingue el geognosta estas formaciones, que no le importan tanto, pues no son mas que locales, de las otras generales indicadas con signos. Las cartas de formaciones pueden construirse con diversas miras, o para indicar en grande el quadro de la serie geognostica de rocas en un pais, sin atender a circunstancias locales, como si esta o la otra formacion se repite en varios parages, o para responder a las questiones de la geografia mineralogica. En el primer caso seran arbitrarias la superficie del suelo y la altura de las montannas que se expresan. Se pondran las rocas de modo que no desdiga a la vista, y que las que ocupen el lugar mas alto en el dibuxo sean tambien las que formen las mas altas montannas en el natural, y no atendiendo a las circunstancias locales, nos cenniremos a la serie geognostica de las formaciones, sin figurar montannas ni valles determinados. Asi esta mi plan de las formaciones de la nueva Andalucia. Por este metodo se reune baxo un punto de vista lo que se ha observado en un vasto terreno, y asi se bosqueja la naturaleza con grandes rasgos para que estos quadros exciten la idea geologica, de que las desigualdades de la superficie no son mas que pequennos fenomenos producidos por las atracciones particulares que influyeron en la materia, para que se reuniese en grupos mas o menos colosales. No obstante sera bueno poner en estas mismas cartas generales al lado de cada formacion el nombre de algun sitio donde se pueda reconocer, y que sirva no mas que de exemplo, sin que la sobreposicion de las rocas siga ninguna proyeccion geografica. En las cartas particulares por el contrario que indican las formaciones de un pequenno distrito, se debe imitar en general la figura del pais que se representa. Para bosquexar el quadro se ha de figurar una proyeccion vertical sobre uno o muchos planos, y sujetarse a ella quanto sea posible, atendiendo a la claridad, pero sin annadir escala ninguna de altura ni de distancia, pues es imposible reducir a medida todas las partes. Asi esta mi dibuxo del terreno entre Mexico y la caverna nombrada la Madre de Dios. A primera vista se descubre que los basaltos de Regla y las formaciones secundarias de junto a Atotonilco el grande estan mas baxas que los porfidos del Real del Monte; se ve el porfido del valle de Mexico asomar dos veces a la superficie al traves de la almendrilla en los antiguos islotes del Pennol de los Bannos y del cerro de Guadalupe; se ven figuradas las montannas de la Cruz del Marques, de los Organos y del Xacal con sus respectivas alturas, desuerte que imitan proxeimamente la figura del terreno, pero sin sujetar las dimensiones de las formaciones a escalas de altura ni de distancia, porque no lo permiten. Para suplir esta falta de escalas y expresar sin embargo el grueso de las formaciones, objeto tan importante y tan poco examinado, uso del signo (fig. 1a. lam. 1a.) que significa que la formacion del porfido de Mexico por exemplo tiene 2124 toesas de grueso, habiendolo visto en Acahuijotla camino de Acapulco a 240 toesas de altura, y en el nevado de Toluca a 2364 toesas sobre el nivel del mar. Subiendo desde el mar sobre una cordillera, por excaminando de Acapulco a Mexico, se ven sucesivamente varias formaciones que se cubren unas a otras. Mucha parte no se prolonga a grande trecho, y a veces por un lado esta el granito cubierto inmediatamente de pizarra primitiva, quando por otro hay entre los dos gneis y micapizarra. Sucede en las cartas geologicas lo que en las geograficas, que con pocas observaciones se forman las de un vasto pais; cada zigzaque de un rio es una falsedad, y para disminuir su numero se usan escalas muy grandes y otros arbitrios analogos. En paises donde no estemos asegurados por valles profundos o por minas de la continuacion de las laxas o capas, vale mas dexar en blanco el interior de las montannas, indicando solo las laxas o capas mas cercanas a la superficie. A veces convendra tambien annadir una d para expresar lo dudoso de la exeistencia de alguna formacion. Ya insinue porque las cartas con proyecciones horizontales son las menos instructivas para la Geologia, aunque para darles mas perfeccion se debe annadir en toesas la altura del suelo, e indicar la direccion de las capas o laxas, para lo qual uso de signos muy simples. (Vease mi carta de las cercanias de Guanaxuato) Suponiendo el norte en lo alto de la carta, la grande saeta ab fig. 2. expresa que el rumbo de la laxa es de sudueste al nordeste, y la pequenna cd que tiene el echado al sudeste, y eab el angulo de inclinacion por exemplo de 45°. Quando falta la linea cd es sennal de que la laxa es perpendicular, o que el angulo eab igual a 90° como en el caso siguiente fig. 3a. que significa, que el rumbo esta en la hora 8, 6 de la brujula de Saxonia y el echado es de 90°: a no haber rumbo ni echado que expresar, uso la fig. 4a. En las proyecciones perpendiculares o perfiles la posicion de la saetilla ab no puede indicar el rumbo, porque estando la proyeccion en un plan que se dirige del este al oeste, la flechilla puesta de norte a sur se convertiria en un punto, por lo que uso en tal caso de las cifras comunes, poniendo sobre la saetilla horizontal las que marcan el rumbo, y debaxo de ella las que indican el echado; por exemplo la figura 5a quiere decir que el rumbo esta en la hora 3 del compas de Saxonia, y el echado 70° al sudeste. No dudo pues que ocupandose en esta Pasigrafia sugetos igualmente instruidos en la Mineralogia y el Dibuxo, lleguen a perfeccionar y simplificar los caracteres en lo sucesivo con grandes ventajas de la ciencia. En las laminas II. y III. representan las figuras de en medio la sucesion mas comun de las rocas unas sobre otras, y las laterales algunas anomalias. Abbildungen