EXTRACTO De la carta del Baron de Humboldt al Sr. Baron de Forell, Ministro plenipotenciario de Saxonia en la corte de Madrid, fecha en Caracas á 3 de Febrero de 1800. Por Don Christiano Herrgen. Aunque he escrito á Vm. varias veces desde mi llegada, quiero aún molestarle de nuevo con algunas líneas, si es que llegan á sus manos: porque hallándose los mares cubiertos de embarcaciones enemigas, hay poca seguridad en la correspondencia; con todo sería culpable mi omision sabiendo quanto se interesa Vm. en el feliz éxîto de mi empresa, y con quanta benignidad recibe lo que le llega de mi parte. Vm. sabe muy bien á quien debo mi actual situacion, y á quien deberá el público agradecer la poca utilidad que pueda resultar de mi viage á las Indias. Mientras atravesaba el vasto Océano, que separa el mundo agitado del pacífico: quando pisaba las costas salvages del Guarapiche; y quando me internaba en los antiguos bosques que cubren los valles del Tumiriquiri, siempre tenia á la vista la imágen de mi buen amigo. El hombre nació para ser reconocido; y el físico, al paso que estudia las leyes de la naturaleza, es el mas exâcto en el cumplimiento de ellas. Apenas han pasado tres semanas desde que escribí mi última carta; mas temo tanto su extravío y el de otras, que quiero recapitular en esta lo que en las antecedentes llevo escrito. Sin secretario, como yo estoy, seria sensible perder el tiempo en copiar tres ó quatro veces la misma carta, como aquí se acostumbra; por lo qual perdonará Vm. si el fondo de mi correspondencia parece ser el mismo, bien que enunciado con freqüencia en términos diversos. Quanto mas nos internamos en las misiones Chaymas, tanto mas celebramos el no haber ido á la Havana. ¡Cómo era posible estar tan cerca de la costa de Paria; de las maravillas del Orinoco; de la inmensa cordillera que desde Quito corre al Este hácia Carupana; de la magestuosa vegetacion que Jacquin bosquexó en sus obras, y abandonar estos objetos apreciables en el espacio de tres dias que el correo se detiene en Cumaná! Así pues viéndome bien provisto de todo lo necesario, y sin obstáculos para la empresa, que supo vencerlos la amistad del respetable Gobernador, el Capitan de Navio D. Vicente Emparan; temiendo al mismo tiempo el contagio de unas calenturas malignas que se manifestáron en nuestra embarcacion apenas llegamos á los trópicos; resolví detenerme en una costa, cuyo saludable clima, libre en la actualidad de lluvias, nos permitia empezar nuestras operaciones, que hubiéramos debido suspender en la isla de Cuba por el largo espacio de tres meses. ¡Quanto he sentido, digno amigo mio, que Vm., penetrado como está de la pasion sublime á las obras de la naturaleza, no haya podido percibir en mi compañía las dulces sensaciones de admiracion y gozo que experimentamos aquí al pisar por la primera vez este suelo animado de la América meridional!....... Llegados á la Havana ó á Caracas, hubiéramos encontrado por todas partes señales del cultivo Européo: pero en el golfo de Cariaca, cuyos Indios salvages de los lagunos (Guaraunos del arco) se acercan unas quince leguas, todo anuncia aun el imperio de la naturaleza. Ni los tigres ni los cocodrillos, ni aun los monos mismos se espantan á la vista del hombre; los árboles mas preciosos, los guayacos, caobas, palos del brasil y campeche, y otros muchos, llegan hasta la costa misma, y con sus ramos enlazados impiden con freqüencia la entrada. Los ayres estan poblados de páxaros raros y vistosos; desde el Boa, que devora un caballo, hasta el Colibry, que se mece en el cáliz de las flores, todo anuncia aquí la grandeza, el poder y la dulzura de la naturaleza. Desde que salimos de la Coruña, hace ya seis meses, hemos disfrutado mi compañero y yo la salud mas perfecta; nos hallamos en el dia bastante acostumbrados al clima, y persuadidos á que un Européo, con ciertas precauciones, puede trabajar en estos paises casi del mismo modo que en Europa. Hemos tenido la felicidad de que ningun instrumento se nos haya roto ni descompuesto desde nuestra salida de Madrid, á pesar de que los mas delicados, como barómetros, higrómetros, cronómetros, la brúxula de inclinacion, el aparato químico para descomponer el ayre atmosférico, estuviéron continuamente en exercicio, no solamente en la navegacion (durante la qual el respetable D. Rafael Clavijo nos habia procurado todas las comodidades imaginables), sino tambien en los viages con mulas por la empinada cordillera. Mr. Bonpland ha manifestado un zelo y una actividad sin exemplo..... Mas de seis mil plantas desecadas (comprehendidas las dobles); seiscientas descripciones exâctas de especies muy curiosas ó nuevas; insectos; muchas conchas; medidas barométricas y trigonométricas de la alta cadena de las montañas; descripciones geológicas; operaciones astronómicas de bastante extension sobre la longitud y latitud de los parages; de las inmersiones ó emersiones de los satélites; del eclipse del sol visible en 28 de Octubre (cuyo fin se verificó en Cumaná, en tiempo medio, á las 2h 14′ 22″); experimentos sobre la declinacion é inclinacion magnética; sobre la longitud del péndulo; sobre la temperatura, elasticidad, transparencia, humedad, carga eléctrica, y cantidad de oxîgeno de la atmósfera; y en fin, unos cincuenta dibuxos sobre la anatomía de vegetales y conchas......: tal es el fruto de nuestros trabajos en la provincia de Cumaná. Así se lo he escrito al Exc. Sr. D. Mariano Luis de Urquijo; y ruego á Vm. le repita, que no puedo alabar bastante la bondad con que los Oficiales del Rey han favorecido nuestras excursiones literarias. Hablamos ya el castellano con bastante facilidad para seguir una conversacion, y admiro en los habitantes de estos remotos paises aquella lealtad y hombría de bien que en todos tiempos han sido peculiares á la nacion Española. Es cierto que las luces no han hecho aun grandes progresos; pero en cambio las costumbres se conservan mas puras. A quarenta leguas de la costa, en las montañas de Guanaguana, hemos llegado á habitaciones cuyos dueños ignoraban hasta la exîstencia de mi patria. Pero ¡cómo podré yo pintar con exâctitud la hospitalidad cordial con que nos tratáron! Despues de haber estado en su compañía solo quatro dias, se separaban de nosotros como si hubiéramos pasado toda la vida juntos. Cada dia me agradan mas las colonias Españolas; y si tengo la dicha de regresar á Europa, recordaré con interes y gusto los dias que paso en ellas. A pesar de las lluvias hemos hecho algunos viages deliciosos en la costa de Paria y misiones de los Capuchinos, entre los Indios Chaymas y Guaraunos. Ningun naturalista ha llegado todavía á este recinto, donde hemos descubierto muchas plantas nuevas y nuevos géneros de palmas..... Hemos trepado por la cima del Tumiriquiri, y hemos baxado á la cueva del Guacharo, que es una caverna inmensa, y habitacion de millares de páxaros nocturnos (especie nueva de caprimulgus, Lin.), cuya grasa da el aceyte del Guacharo. Su entrada es verdaderamente magestuosa, adornada y coronada de la mas lozana vegetacion. Sale de ella un rio considerable, y en su interior resuena el llanto lúgubre de los páxaros. Es el Acheron de los Indios Chaymas, pues segun la mitología de estos pueblos y de los Indios del Orinoco, el ama de los difuntos entra en esta cueva. Baxar al Guacharo quiere decir morir en su lenguage. Hemos pasado unos quince dias en el valle de Caripe, situado en una altura de novecientas cincuenta y dos varas castellanas sobre el nivel del mar, y habitado por Indios desnudos: allí vimos monos negros con barbas roxas: tuvimos la satisfaccion de que los Padres Capuchinos del convento, y los Misioneros que viven con los Indios algun tanto civilizados, nos tratasen con bondad y agrado. Pensamos detenernos dos meses en estos contornos, é internarnos despues en las tierras hácia Varinas y Sierra nevada de Mérida, para baxar luego al rio Apure y Orinoco hasta la angostura de la Guayana, y volver por la ciudad del Pao á Cumaná, donde esperarémos el correo del mes de Mayo, que nos conducirá á la Havana, á no ser que antes nos devoren los tigres y cocodrillos del Caziquiare. Uno de nuestros amigos, el Padre Andújar Capuchino, quiere acompañarnos, porque desde Apure no encontrarémos sino Indios y Misioneros. Los Españoles no se atreven á entrar en las misiones. El Obispo, el Padre Guardian, los Observantes y el Prefecto de los Capuchinos nos distinguen con una proteccion particular. Aunque es ya larga esta carta, no puedo menos de extenderme aun para decirle á Vm. alguna cosa de geonosia. He colectado preciosos materiales para mi obra sobre la disposicion y coordinacion interior de las montañas. ¡Qué regularidad de construccion; qué analogia de formacion en todas las zonas! A 10° de latitud, las capas primitivas se hallan inclinadas al Nordouest, del mismo modo que en el monte de S. Godthardt en la Suiza, en Silesia y en los Pirineos. La América meridional es una península de una elevacion inmensa sobre el nivel del mar. Las llanuras que se extienden desde Varinas hasta Buenos-Ayres, sobre las quales el cielo forma su horizonte, tiene de ochocientas á novecientas varas castellanas de altura: y soy de parecer que á los 15° de latitud meridional se levantan á mil quatrocientas varas, y que allí forman explanadas en graderías, como la del Thibet, y lo que en Africa se conoce con el nombre de desiertos. La alta cordillera (que es un ramal de la de Popayan y Quito) se acerca mas á la costa de lo que se extiende al Oeste. Se compone de granito folicular mezclado (como en la Suiza), de esteatita verde, de pizarra micacea con una infinidad de granates, de hierro magnético (en Carácas) , y de la pizarra arcillosa primitiva. He visto indicios de sienito, y de la formacion primitiva de la roca verde (Grunstein) una mezcla íntima de feldspato y roca córnea en la pizarra micacea, que desde el talco pizarroso forma el tránsito á la pizarra arcillosa. En estas rocas primitivas (como en Europa) hay capas subordinadas de roca caliza primitiva casi compacta; pero con filones de espato calizo, que siempre la caracterizan, con capas de quarzo, con una corta porcion de cianito (en Maniquarez); y (en Chacao Aroa....) una formacion de cobre. El valle de Carácas tiene novecientas ochenta y quatro varas, sobre Madrid ochocientas treinta y cinco. La Silla de Carácas tres mil sesenta y una varas. La cordillera primitiva cubierta de nieve en Mérida y en Santa Marta, que conserva tres mil varas de altura en la provincia de Carácas, la pierde, y aparece mas baxa con una rapidez enorme al paso que se extiende al Este. Las montañas de pizarra micacea tienen en la provincia de Cumaná de seiscientas á setecientas varas de altura. Siguen el istmo que separa el golfo de Cariaco del Océano, y se terminan por las bocas del Dragon, en la isla de la Trinidad. En la punta Araya, la cordillera primitiva tiene solas dos leguas de ancho, y ya no se distingue allí el brazo de las colosales de Quito. Exâminando el fondo del golfo de México, y la parte de la Margarita, que llaman Macañao, casi llega uno á creer que en otros tiempos la cordillera primitiva se extendia mas al Nordeste desde el cabo Cordera; y que en la gran catástrofe de que resultó el golfo, quedo destruida la parte de la cordillera opuesta á Cumaná. A lo menos es cierto que hoy dia en las provincias de la Nueva-Barcelona y Nueva- Andalucía, la cadena secundaria se halla tres ó quatro veces mas elevada sobre el nivel del mar que la primitiva. Las puntas mas elevadas de la cadena secundaria son, segun mis medidas, el Brigantin, el Guacharo, el Cocollar, y sobre todo el Tumiriquiri, cuyo cucurucho compuesto de arenisca y roca caliza secundaria, tiene dos mil doscientas quarenta y quatro varas castellanas de altura. Toda la cadena conserva por mucha extension una altura de mil doscientas á mil quinientas varas castellanas, presentando un declive muy rápido hácia el Norte (donde cae el Océano), y al contrario otro muy suave é insensible hácia el Sur en los llanos del Maturin, Tereczenqui (como todas las llanuras de América), que tienen mas de dos mil pies de altura. Las formaciones secundarias son (empezando por las que descansan sobre la pizarra primitiva). a La roca caliza de los altos Alpes (Alpenkalkstein) color azulado, compacta, pasando á veces al fino granugiento, no presentando conchas mezcladas en toda su masa, sino unidas en ciertas capas en las cimas mas altas. La figura de estas montañas, la irregularidad, y la direccion ondeada de sus capas (gewundene schichten) indican la misma formacion caliza que vemos en la mayor parte de los Pirineos, en los Apeninos, en los Alpes de la Suiza, de las montañas del Tirol, de Salzbourg, de la Stiria....... en fin, de todas las cordilleras altas que he observado en Europa. Es la roca caliza de segunda formacion (Mitelkalkstein) de Fichtel. Pero el carácter mas distintivo con que la naturaleza ha marcado esta formacion; el carácter que me hizo descubrir la identidad de esta roca caliza de los Alpes con lo que en Saxonia se llama zechstein (roca caliza compacta comun, marga endurecida en Thuringuia.... Reuss diccionario), es la exîstencia de las capas de la marga pizarrosa y de la pizarra cobriza....., que se halla en la roca caliza de los Alpes de la Suiza, como en la del Tumiriquiri de la América meridional. Estas capas tienen en la cordillera de la Nueva- Andalucía desde una hasta tres toesas de espesor. Forman una mezcla íntima de tierra caliza, sílice y arcilla, teñidas por una grande porcion de carbono. Expuestas al sol blanquean, y me dieron hidrógeno carbonado. Contienen piritas de cobre, y á veces petróleo. En una montaña de cien toesas de altura se presentan diez á doce de estas capas de marga pizarrosa, del mismo exâcto modo que en el valle de Lutschinen y del Grindelwald. A veces (en Cuchilla de Guanaguana, el Purgatorio) forman el tránsito á una arcilla pizarrosa, parecida á la de Scheidek en la Suiza. La piedra caliza contiene indicios de la mina de hierro pardo (como en Haslithal), y grandes cavernas, donde nacen los rios; pero no he descubierto todavia en ellas huesos fósiles ó fosfate calizo. Los quadrúpedos parecen mas modernos que la formacion de esta roca caliza. Un fenómeno muy curioso (aunque análogo á los boracites y cristales de amatista en el yeso de Luneburg &c. Burgtonna en Saxonia) ha sido para mí el haber encontrado, lejos de todo filon y de capa heterogénea, en medio de la roca caliza de los Alpes, bellos cristales de roca sembrados. Son tan raros, que una grande montaña (el Cuchivano) tal vez no contiene mas que quatro ó cinco. Se hallan aislados (no agrupados) en medio de la masa, como el feldspato en el pórfido. b Una formacion de arenisca, muy moderna, sobrepuesta á la roca caliza (de los Alpes). Es un monton de conchas, de guijarros de quarzo, y piedra caliza secundaria (como en el Monserrate en Cataluña), unidos por el carbonate calizo. Es muy fácil engañarse sobre la formacion de esta arenisca; porque á treinta toesas de profundidad sus capas parecen roca caliza muy pura. Pero exâminándola con cuidado se descubren algunos guijarros de quarzo en la masa, y continuando las mismas capas se ve desaparecer poco á poco la basa caliza, y aumentar de tal manera el número de los guijarros, que ya solo se distingue una brecha silícea. Es una formacion igúal á la arenisca de la Mancha, á la del Reyno de Leon, y á aquella en que Vm. hizo importantes observaciones en Aranjuez. Mas cerca del golfo de México, y en algunas islas cuya estructura hemos podido exâminar (Cubagua, Coche, Margarita, tal vez Tabaje, vista de cerca por el telescopio), encierra esta arenisca una multitud de conchas de madreporas, meandritas y celularias, de medio pie cúbico de espesor. El órden en que se ven como distribuidas estas conchas ofrece observaciones muy curiosas, y algunas contrarias á las opiniones recibidas en Alemania, de las que citaré dos solamente. La primera es que la mayor parte de las conchas petrificadas de esta costa de la América meridional son de la misma especie que las que hemos colectado en el mismo golfo. Y la segunda, que durante el refluxo he visto claramente en las capas de la arenisca que forman el fondo del Océano, que las conchas de agua dulce se hallan mezcladas con las marítimas. Aun no he podido descubrir amonitas ni belemnitas. ¿Serán por ventura de formacion mas moderna las tierras que estan debaxo del equador, por haberlas cubierto el agua mas tiempo que á las otras á causa de la rotacion y de la fuerza centrífuga? c Una formacion de sal nativa. Comprehendo baxo esta denominacion todas las substancias que en Polonia, en Inglaterra, en el Tirol, en España &c. he hallado siempre reunidas: á saber, primero, la arcilla muriática, que es la verdadera matriz de la sal nativa, su compañera fiel en todo el globo; así como la arcilla pizarrosa lo es del carbon de piedra (arcilla menos conocida de los mineralogistas que de los mineros, á los quales en todos tiempos ha servido de guia para buscar la sal nativa), que es una mezcla de arcilla, sílice, poca cal y mucha tierra talcosa, de color gris ó pardo por el carburo de hidrógeno que contiene, teniendo en eminente grado la funesta propiedad de descomponer enteramente el ayre atmosférico en pocos dias. Segundo, el yeso, ya en masa, ya lenticular; y tercero, la sal nativa. Esta arcilla muriática, muy rica en el Popayan y Quito, es tan pobre en sal nativa en las provincias del Este (Nueva-Barcelona, Nueva-Andalucía), que apenas se apercibe con el microscopio. Contiene mas de 0,3 de petróleo, y es el orígen de las fuentes de brea en la Trinidad, en el Buen-Pastor sobre la costa de Paria, y en el mismo golfo de Cariaca, golfo formado, segun la tradicion geológica de los Indios Guaiguerys, por un temblor de tierra, y que parece hallarse todavía en comunicacion con los volcanes de Cumucata, que vomitan azufre, gas hidrógeno, y aguas calientes hidro-sulfurosas. Los temblores de tierra mas fuertes se sienten en las cercanías del golfo; sufrimos algunos muy crueles por el mes de Noviembre en Cumaná, é hicieron variar la inclinacion de la aguja magnética, la qual antes del temblor en 4 de Noviembre indicaba 44°,20 (nueva division), y despues 43°,35. Debe observarse que los temblores solo se verifican al fin de las lluvias, y que entonces las cuevas del Cuchivano despiden por la noche gas inflamable, que se ve relucir á cien toesas de altura. Es muy probable que la descomposicion del agua en la marga pizarrosa, la qual está llena de piritas, y contiene carburos de hidrógeno, sea una de las causas principales de estos fenómenos. La ciudad de Cumaná conserva aun ruinas despues de dos años. En el viage penible y peligroso que hicimos á la Silla de Carácas, y en otras excursiones, hemos recogido muchas semillas y minerales, que enviaré para el jardin y gabinete de S. M. Católica &c.